Opinión

Presidente, contigo y con la democracia

El miércoles conocimos el contenido de la carta que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, dirigía a la ciudadanía española.

Una misiva en la que desgranaba el comportamiento de la derecha y de la ultraderecha política y de sus adláteres de los poderes fácticos que no han dejado de usar el insulto, la descalificación, el odio y la deslegitimación y deshumalización del presidente y su familia.

No es una cuestión de Pedro Sánchez, del presidente. Es una cuestión que nos concierne a todos. Es la hora de hacer una reflexión conjunta sobre lo que está ocurriendo en todas las democracias del mundo.

Tenemos suficientes ejemplos de un ‘modus operandi’ que cuestiona los valores democráticos: ocurrió en Estados Unidos, en Brasil, en Portugal y, ahora, en España y con enorme furor.

Nadie puede negar desde la objetividad que estamos ante una estrategia diseñada en despachos “no lejanos” para destruir al Gobierno legítimo de nuestro país, personalizada, particularmente, en el presidente del Gobierno.

No hay límites. A Feijóo y a Abascal les vale todo. El objetivo es tumbar al Ejecutivo.

No es algo nuevo. Ocurrió con Felipe González. Ocurrió con Zapatero. Ocurre con enorme vileza con Pedro Sánchez.

"Hago un llamamiento a la ciudadanía para que, frente a este ruido que pretende la destrucción, nos levantemos con la palabra, con las ideas, con la decencia de no permitir esta forma tan peligrosa de actuar"

El PP, cuando no gobierna, no considera legítimo a quien ostenta la dirección política del país.

Bulos, amenazas, palabras gruesas y desmesuradas son la actuación diaria de quienes se han sumado a destruir al adversario político.

No hay debate sobre economía, innovación, política social, industrialización, nuevos derechos de la ciudadanía, infraestructuras, igualdad, medio ambiente... Los retos de una sociedad en cambio no son el centro del discurso político. La derecha ultra y la ultraderecha han diseñado un relato basado en el odio hacia quienes ejercen el poder democrático basado en políticas progresistas.

Hay que tener mucha resistencia para soportar estos ataques furibundos pero esta puede ser minada cuando se ataca sin pudor a las personas a las que quieres, a tu familia. Es absolutamente humano. Incluso diría que es comprensible reflexionar sobre si “merece la pena”.

Llegados a este punto afirmo que “sí”, que merece la pena.

Merece la pena defender los valores democráticos, las políticas de progreso, la verdad, la convivencia, el respeto y la educación.

Por ello, entendiendo el dolor que provocan en el presidente los insufribles ataques que soportan él y su familia, le pido que resista, que diga alto y claro que no van a lograr desalojar a un Gobierno legítimo con malas artes, con insidias, con tácticas “cuasi golpistas”.

Estamos a su lado, del lado de la democracia y del progreso.

Y hago un llamamiento a la ciudadanía para que, frente a este ruido que pretende la destrucción, nos levantemos con la palabra, con las ideas, con la decencia de no permitir esta forma tan peligrosa de actuar.

Presidente, no estás solo. Estamos contigo y con la democracia.

*Primeira tenente de alcalde e concelleira da área de Patrimonio Histórico, Cultura, Igualdade e Normalización Lingüística en Vigo

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