Opinión | Al azar

Las urnas vascas huelen a 23-J

La victoria electoral del PNV

Madrid ha concluido que los vascos no saben votar y se ha echado a dormir. Quienes prefieren fijarse en los resultados, advierten que el peor momento de Sánchez no implica la gloria de Feijóo. Es posible que PP/Vox consoliden la mayoría absoluta en los sondeos al Congreso, pero las urnas vascas huelen a 23-J, a hegemonía insatisfactoria a falta de decidir si para los populares es más grave el mantenimiento al alza del PSOE o ser alanceados desde la derecha por la persistencia de Vox.

La siguiente conclusión apresurada establece que la extrema izquierda abertzale no ha culminado su sorpasso. Se olvida que también Podemos ganó unas elecciones generales en las predicciones de las encuestas, hasta que se celebraron y Pablo Iglesias quedó en su sitio. De ahí que el empate de Bildu con el eterno PNV sea prodigioso, porque el partido más escrutado de la campaña ha culminado su ataque desde dentro contra la política convencional. Ya no es utópico pensar en Irlanda del Norte para el Sinn Fein y el País Vasco para los herederos de Batasuna.

"Ya no es utópico pensar en Irlanda del Norte para el Sinn Fein y el País Vasco para los herederos de Batasuna"

El culpable es Sánchez, por supuesto. Ahora bien, si se le debe atribuir el auge de Bildu, BNG o Esquerra, también habrá que agradecerle las mayorías absolutas del PP en Andalucía y Galicia. Celebrar el tercer puesto del PSE en unas elecciones es propio de la España del subdesarrollo, que solo podía optar a la medalla de bronce. Sin embargo, las elecciones vascas vuelven a colocar al socialismo como único freno del ímpetu soberanista. Ejerce con mayor o menor fortuna un papel de dique de contención, el PP maximalista es inservible para cualquier política que no contemple el tentetieso, y es doblado por Bildu incluso en Álava. No se puede gobernar España desde Cataluña y el País Vasco pero, a pesar de la escandalera de la derecha, tampoco se puede ejercer el Gobierno al margen de estas comunidades, donde la opresión que denuncian los populares es advertida por menos del cinco por ciento de la población. Y dejando a un lado las cifras inapelables, ¿alguien cree que la prepotencia de PP y PSOE no se merece el suplicio respectivo de Vox y Bildu?

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