Al echar un vistazo al panorama, lo que uno se encuentra es personas incívicas incumpliendo sistemáticamente las recomendaciones de la pandemia, como evitar reuniones sociales, utilizar correctamente las mascarillas, lavarse a menudo las manos, etc., pero es que las autoridades no dan ejemplo, ni los famosos tampoco.

No cabe esperar mucho más de una sociedad que deja los aparcamientos de los supermercados llenos de guantes de plástico que se lleva el viento, cada vez más cacas de perro en las calles, personas vociferando en la calle en plena madrugada, suciedad y ruido como seña de identidad de una sociedad enferma, con demasiada violencia gratuita, demasiadas adicciones, tabaquismo, alcohol, drogas, juego, comida basura, uso desmesurado de dispositivos móviles, contenidos nocivos en TV e internet. Habrá en verdad avanzado la humanidad tecnológicamente un poco, pero en valores culturales, humanísticos o espirituales vamos cuesta abajo; responsabilidad toda de los gobernantes mundiales actuales y españoles en particular. La enseñanza escolar y la educación en las familias ha de cambiar 180º o caminamos al caos y no sé si llegamos a tiempo.