El nivel del fútbol español está claro que está bajando enteros cada temporada que pasa y esto ya antes de la irrupción del coronavirus. El desigual reparto del dinero de las televisiones, que tienen el monopolio de las retransmisiones que siempre han beneficiado básicamente a Barça y R. Madrid, ocasionaron una brecha brutal entre estos dos clubes y el resto; ahora además en comparación con otras ligas, como la inglesa, donde el reparto es más equitativo, la competición, por ello, es más igualada e interesante. Aquí, con las ocurrencias de los nuevos formatos, tanto en la liga y en sus diferentes categorías, como en la Copa, y con la consecuencia de un loco calendario, donde se solapan en los mismos días, partidos de una jornada de liga, con partidos de la siguiente jornada, con los de una eliminatoria de Copa, aderezado todo con horarios locos, resultado la ensalada de la confusión.