Este fin de año tuvimos la sorpresa de tener viento del Este.

Los que tenemos la fortuna de vivir en esta maravillosa ría que comprende Arcade, la isla de San Simón, Redondela, Vigo, O Morrazo, Toralla, Nigrán y que termina en Baiona y nos defienden de la mar brava nuestras islas Cíes, sabemos que el del Sur es lluvia, el del Oeste indica cambio de tiempo, el del Norte frío y, con cielo despejado y del Este, buen tiempo.

Despedimos el año con viento del Este siendo raro en invierno.

En el Este nos ha nacido Jesús, el hijo de Dios, encarnado en santa María para salvar al mundo que habita entre tinieblas.

Comenzamos el año 2022 con la incertidumbre de la llegada de la sexta ola muy contagiosa pero menos agresiva.

Ojalá que esta ola sea la última y que nos acostumbremos a vivir con el COVID como convivimos con la gripe y demás virus que fuimos superando y, gracias a estas dificultades, crecimos en conocimiento y sabiduría.

Al comenzar 2022, año con los dos patitos, símbolo de paz y bien es el momento de volver a empezar después de celebrar los Reyes Magos, normalizar nuestra vida y también nuestra rutina.

El año que no mejoremos por dentro será un año perdido.

A fin de año debimos de hacer balance y examen de cómo va nuestra vida y, resumiendo, si hemos crecido en el amor realmente hemos aprovechado el año y si no lo hemos perdido.

Ahora es el momento de volver a empezar y esforzarnos y tener los sentidos despiertos para aprender, si no seremos unos viejos prematuros en que lo sabemos todo.

Tuvimos que crecer en el amor y el amor se traduce en cuidar a nuestro cónyuge con mimo, a nuestros hermanos, a nuestra familia y a nuestros amigos.

Cuando uno es mayor qué importante es tener amigos con los que podemos compartir un vino, un fuego, donde compartimos recuerdos y los volvemos a revivir.

Todos tenemos que mejorar y para eso tenemos que vencer la pereza que es la gran enemiga de nuestro crecer por dentro.

No debe asustarnos cuando nuestro yo nos reclama tranquilidad y que evitemos el esfuerzo. Tenemos que luchar hasta que Dios nos lleve al Paraíso prometido.

Tenemos que comprometernos con todos los que nos necesiten y sobre todo con ese Dios que nos quiere con locura y que vino al mundo para darnos la luz que alumbra nuestras vidas.

Volver a empezar sin cansarse de luchar porque vale la pena dice San Pablo que Dios nos reserva lo que ojo y oído no pudieran imaginar.

Adelante amigos que la vida la podemos convertir en algo maravilloso y si somos fieles y no nos cansamos.

Que estas pasadas fiestas navideñas en que celebramos el nacimiento del Niño Dios nos hayan cargado la batería interior de nuestra alma y que este 2022 sea de más amor a Dios y a los demás.

*Miembro Club 55