Una tienda sostenible con materiales poco tratados químicamente y de proximidad es la nueva apuesta de la marca Adolfo Domínguez –dirigida ahora por sus hijas Adriana y Tiziana–. Pizarra, madera de castaño y mortero de cal en las paredes –no están pintadas–. “De dónde somos y de dónde venimos nos condiciona profundamente”,apuntó Tiziana Domínguez.

La presidenta ejecutiva, Adriana Domínguez, comentó que la nueva ubicación va más allá de lo meramente estético y que no buscan cambiar, sino volver a ser ellos mismos. “Hemos llegado a la conclusión de que lo más emocionante y moderno que podemos hacer, en una empresa que tiene 345 tiendas en 19 países del mundo, es ser del lugar que somos”, explicó Adriana al comienzo del acto.

Afirmó que perseguían tener una tienda que funcionase como embajada y que para ello necesitaban estar en un lugar en el que la gente haga vida. “Los clientes de entre 18 y 24 años son los que más están creciendo para la marca. Hasta un 24% en este último año de pandemia. Las marcas, como la nuetsra, que llevan mucho tiempo creando, necesitan volver a ponerse de moda. Y en eso estamos trabajando también”, añadió tras presentar la colección de bisutería elaborada en colaboración con alfareros de Niñodaguia.

Tanto las colecciones, como el aspecto de la nueva tienda, triunfan entre diferentes generaciones –tanto jóvenes como mayores–.