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Ourense

La ciudad de Ourense pierde más mujeres en edad de trabajar de las que es capaz de atraer

Chelo Pérez abrió su tienda de bisutería hace diez años y ha sufrido dos crisis económicas. | // IÑAKI OSORIO

Los datos del paro en la capital reflejan, cada mes, que las mujeres sufren más el desempleo que los hombres. Lo que no muestran es que también se marchan más de la ciudad para trabajar que ellos, como dejó patente la investigación realizada para el Concello por tres profesores de la Universidad de Vigo, en el campus Ourense.

Isabel Diéguez, Ana Gueimonde y Andrés Mazaira –miembros del departamento de Organización de Empresas y Marketing– fueron los encargados de elaborar el informe que comienza explicando que Ourense es la tercera ciudad gallega con más población –105.643 habitantes, según los últimos datos del padrón del Instituto Gallego de Estadística, del 1 de enero de 2020– después de Vigo (296.692) y A Coruña (247.604).

“la ciudad de Ourense es, junto con Ferrol, el único ayuntamiento urbano de Galicia que pierde personas”

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Sin embargo, añade el estudio que si referenciamos la población a principio de siglo para ver la evolución en las últimas dos décadas, “la ciudad de Ourense es, junto con Ferrol, el único ayuntamiento urbano de Galicia que pierde personas”.

En este contexto, según los datos obtenidos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2020, en la capital el 55% de las mujeres en edad de trabajar –entre los 16 y los 64 años– están inactivas. “Si tan solo fuéramos capaces de que el grado de ocupación femenina fuera similar al de los hombres (50%), el valor añadido bruto en nuestra riqueza crecería significativamente”, explica el profesor Andrés Mazaira. “Los datos recogidos en el estudio solo abarcan a la ciudad de Ourense, pero la situación se extrapola a la provincia y a Galicia, con respecto a España. Es un problema de toda la comunidad autónoma en general”, puntualiza.

Además de tener una alta tasa de desocupación entre el género femenino, Ourense también pierde mujeres que se marchan a trabajar. Dentro de la provincia, la capital tiene poca capacidad de atracción porque incluso el número de las que tienen menos de 29 años y salen a otros municipios ourensanos es superior al de las que entran. La tendencia se agudiza si se analizan los datos de salida hacia otras provincias de toda España.

"Al no ser capaces de atraerlas, tampoco lo somos de mejorar la demografía"

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“Tenemos muy poca capacidad para atraer mujeres. Creo que en la medida que perciban que tienen más perspectivas económicas y seamos quién de ofrecerles empleo de mayor calidad, conseguiremos que vengan más. No solo tenemos un recurso con talento desaprovechado y subocupado. Sino que al no ser capaces de atraerlas, tampoco lo somos de mejorar la demografía. Cualquier política demográfica tiene que centrarse en este problema”, advierte el docente sobre los datos del Instituto Gallego de las Cualificaciones de la Xunta de Galicia.

Claudia trabaja en la tienda Momo desde hace una semana. | // I. OSORIO Edith Filgueira

Emprender con hijos

“Creo que no he tenido más dificultades a la hora de comenzar con el negocio por ser mujer de las que tiene un hombre. Pero sí es cierto que cuando trabajamos tenemos que demostrar continuamente que estamos más capacitadas que ellos”, opina Chelo Pérez, gerente de Narima Complementos, ubicada en la calle Bedoya.

Durante la mayor parte de su vida laboral, esta ourensana fue empleada por cuenta ajena, pero hace 10 años decidió montar su propio negocio. “Desde que abrí me costó mucho salir adelante. Y dudo que me hubiese atrevido si mi hija no fuese ya mayor. Las que piensan en quedarse embarazadas en algún momento y son autónomas lo tienen aún más complicado”, afirma.

Las que tienen hasta 44 años son las que más se marchan

No se da la misma situación en los hombres en edad de trabajar. Tanto en el caso de los que se quedan dentro de la provincia como en el de los que llegan de otras. Solo hay una excepción –la de los menores de 29 años– en la que son más los que se marchan de la provincia a trabajar a otras partes de Galicia o España.

En cuanto a las mujeres, en 2016 (último año del que se tienen datos al respecto) se fueron a otros lugares del país 1.021 por motivos de trabajo de las que tenían hasta 44 años. En este mismo tramo de edad tan solo entraron 661.

“A la entrevista no vino ninguna nacida aquí”

“Cuando abrí esta tienda hace tres años había muchas ayudas a las que acogerse. Incluso algunas que tuve cuando contraté a la anterior empleada que tenía conmigo en el negocio. Hoy en día eso ya no es así”, relata Roseta Miguélez –que tiene justo 44 años y pertenece al grupo de las que más se van–. Actualmente con ella trabaja Claudia Cedeño, natural de Cuba pero con ascendencia gallega.

“Tiene menos de 30 años, es mujer, y estaba anotada en un programa de garantía juvenil, además de que es nieta de gallegos. Pero no nos dieron ninguna ayuda, pese a que con el coronavirus continuamos teniendo pérdidas”, resume sobre la situación actual a la que se enfrenta como autónoma. Especialmente llamativo le resultó que, cuando puso el anuncio buscando personal, a la entrevista no acudió ninguna mujer oriunda de la provincia.

“Se interesaron una chica de A Coruña, otra de Málaga y Claudia. Yo creo que cada vez quedan menos ourensanas con esperanza de encontrar trabajo aquí y se marchan mientras no tienen ataduras familiares”, finaliza la gerente de la tienda de ropa Momo, ubicada en la calle de la Paz.

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