Algunos digiriendo aún la Nochevieja; otros, más livianos tras una cena y una sobremesa ligeras; todos cumpliendo con la tradición ourensana de la Costa de Canedo, que une en una pronunciada pendiente Cachaxúas y Castro de Beiro, en la periferia norte del municipio de Ourense.

Más que una prueba deportiva en Navidad, casi un rito. El año empieza tirando de pulmones y riñones por esta empinada subida.

El grupo de ciclistas que participó ayer en la subida de la Costa de Canedo. INAKI OSORIO

Participaron corredores y ciclistas –varios, caracterizados–, y también algunos que bastante hicieron con ir a pie.

Esta cita del día 1 dio el relevo a la San Silvestre de Fin de Año, con 5 kilómetros de carrera por el centro de la capital.

Participantes en la San Silvestre de Ourense, la tarde del 31 de diciembre. FERNANDO CASANOVA