Aunque la pandemia ha alterado la vida a todos y centrado la atención de muchos en otras prioridades, hay quienes no perdieron la sensibilidad y preocupación por los más desprotegidos y olvidados, como pueden ser los perros y gatos que llenan las perreras y protectoras de animales. Un ejemplo de ello es la adopción de Suri y Viro, madre e hija, abandonadas con el resto de su familia perruna, a los que la protectora Arume de O Carballiño logró rescatar. La primera es mayor, ciega y padece diabetes y leishmania, y la segunda sufre una deformación inoperable en sus patas delanteras. Ahora viven en una familia con mucho cariño y atenciones.
La primera es mayor, ciega y padece diabetes y leishmania, y la segunda sufre una deformación inoperable en sus patas delanteras. Ahora viven en una familia con mucho cariño y atenciones
Después de estar en acogida varios meses, un día de mayo del año pasado “surgió el milagro y aparecieron Sandra y su familia para adoptar a Viro y darle una jubilación digna de una reina, pero al conocer la historia de su hija Suri no se lo pensaron y decidieron no separarlas. Solo hace falta verlas ahora, 7 meses después, para notar el cambio en ellas”, apuntan desde la protectora carballiñesa.
Señalan con alegría que “son las consentidas de su casa, Viro ha rejuvenecido, y a Suri no hay bache que se le resista. Ambas son felices, juntas, y en una familia que da todo por ellas y que les ha regalado una segunda oportunidad; la oportunidad de vivir”.
"Merece la pena verlas tan felices, sabiendo que ellas ya nos han olvidado”
Esta voluntarias se emocionan al recordar cómo llegaron a sus manos, “lo que sufrimos con ellas y lo mucho que las quisimos y las querremos siempre. Seguimos echándolas de menos... Cada día. Pero merece la pena verlas tan felices, sabiendo que ellas ya nos han olvidado”. Aseguran que este caso ha sido “un cuento de hadas”, gracias a esos corazones a los que la pandemia no distrajo y les permite sensibilizarse ante la desgracia de estos seres tan amorosos y leales.
Pero siguen en acogida más perros y gatos que necesitan un hogar definitivo, y esta protectora también necesita ayuda económica para seguir prestándoles las atenciones sanitarias que estos animalitos requieren, ya que a muchos los rescatan en muy malas condiciones, e incluso requieren intervenciones quirúrgicas y hospitalización.