La primavera ha llegado, aunque el buen tiempo se esté resistiendo. Sin embargo las ganas de hacer planes al aire libre se han reactivado. Para este primer tramo de la primavera repasamos algunas de las termas al aire libre más espectaculares de Galicia en las que disfrutar de unos baños calientes e incluso terapéuticos en contacto con la naturaleza. Y cuando el sol aparezca y los mercurios suban, las combinamos con las piscinas naturales más extraordinarias de la comunidad. Adelante con los chapuzones más salvajes.

Termas naturales

A Chavasqueira

Ourense es una de las provincias termales por excelencia de Galicia. A orillas del río Miño, las termas de A Chavasqueira son unas de las más populares de la ciudad. Estas pozas se distribuyen como si de un templo zen japones se tratase. Las aguas de su manantial son bicarbonatadas sódicas, fluoradas, litínicas y sulfuradas de mineralización débil. Esto significa, que además de para el disfrute de cualquiera que quiera un baño termal en contacto con la naturaleza, están especialmente recomendadas para tratar afecciones de la piel y problemas de articulaciones. Salud y ocio en un mismo plan que, además, es gratuito.

Termas de Outariz. // I. Osorio

Outariz

Continuamos en la capital ourensana, pero cambiamos de área termal, en esta ocasión el baño nos lo damos en Outariz. Sus aguas brotan a unos 60 grados y los baños se encuentran a temperaturas entre los 35 y los 41 grados. La postal es espectacular: pozas humeantes que crean una bruma de relax y diversión al aire libre, con una área recreativa a su alrededor para disfrutar en familia o con amigos. Además, tampoco es imprescindible rascarse el bolsillo ya que uno de sus circuitos es de acceso completamente gratuito.

Prexigueiro

Son muchos los puntos de la provincia de Ourense salpicados de termas al aire libre fuera de la ciudad. Prexigueiro (Ribadavia) es uno de esos lugares. Ocho termas al aire libre, seis de agua caliente (entre 37 y 41 grados) y dos de agua fría para el contraste térmico. Un viaje para el cuerpo y la mente a través del circuito termal zen bautizado como "Camino Kumano", una ruta espiritual en Japón hermanado con el Camino de Santiago.

En este caso no se trata de una opción gratuíta, pero si a buen precio, entre cinco y seis euros por hora y media de circuito termal.

Pero si despierta tu espíritu aventurero, cerca del curso del río brota el manantial termal y se forman las pozas naturales. Ahí si que podrás disfrutar de un baño completamente gratuito y totalmente silvestre.

Mondariz

Pero no solo Ourense cuenta con espectaculares termas. En Pontevedra, las de Mondariz son unas de las más conocidas y reconocidas, punto de referencia en el termalismo gallego. Además de sus baños cubiertos, también cuenta con algunas pozas al aire libre para disfrutar de las aguas termales en contacto directo con la naturaleza.

Piscinas naturales

Pozas de Melón. // J. Regal

Pozas de Melón

Cuando el calor aprieta y lo que más apetece es un baño refrescante, las piscinas naturales son una gran opción. Las pozas de Melón, sus cascadas y aguas cristalinas se convierten en un lugar idóneo para un chapuzón en plena naturaleza y una jornada de descanso. Además es una escapada apta para toda la familia ya que se accede de manera sencilla a través de un sendero.

Pozas de Mougás

Aunque no existe un título oficial, para muchos las Pozas de Mougás son las más hermosas y populares de Galicia. En el municipio de Oia, permiten combinar una sesión de senderismo con un refrescante baño en alguna de las cuencas de agua rodeadas de terreno casi virgen. Uno de los placeres que esconden las Rías Baixas.

Pozas da Moura

Y de Oia nos vamos a Domaio y a las Pozas da Moura donde disfrutar de jacuzzi natural con vistas a la ría de Vigo. Su complicado acceso hace que sea un lugar poco frecuentado, un rincón fresco y tranquilo con un punto místico. Y es que según la tradición, el nombre de la poza se debe a una joven y hermosa "moura" que se sumergió en sus aguas rota de dolor tras la perdida de su amado a manos de su padre, que no aprobaba la relación. Desde entonces, la leyenda cuenta que en las noches de verano se puede oír su llanto.

Fervenza do Toxa. // BErnabé / Javier Lalín

Fervenza do Toxa

Agua, piedra y vegetación. Estos tres elementos se combinan con un extraordinario resultado en la Fervenza do Toxa (Silleda) Desde unos 60 metros cae la cascada que deja a su paso una fina niebla que forma la particular aura del lugar. A sus pies, una piscina natural en la que refrescarse en plena naturaleza.

En Galicia la naturaleza hace estos verdaderos regalos, no dudes en aprovecharlos.