Si los ríos y las playas son la sangre de Galicia, sus montes son los pulmones. Es más, son espacios que permiten conocer la cara más natural y a la vez más mística de la comunidad. Porque el ´bosque encantado´ existe y está en Galicia. De hecho, podría formarse a partir de retazos de varios montes gallegos. Por eso, esta ruta traza un recorrido por algunos de los mejores bosques de Galicia.

Fragas do Eume

Fragas do Eume

Uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Las Fragas do Eume ofrecen un total de 9.000 hectáreas en estado prácticamente virgen que invitan a perderse. Entre las localidades de As Pontes, Pontedeume e Monferro, tan solo 500 personas viven en este marco incomparable.

El río Eume, las fuentes y las cascadas completan una atmósfera mágica, donde la frondosidad de la vegetación a veces impide que la luz penetre en el bosque.

A través de sus colores puede hacerse un viaje por las diferentes estaciones del año. Un verdadero punto de referencia para conocer Galicia.

Parque Natural do Xurés

Todo un mundo natural por recorrer entre impresionante vegetación y con la oportunidad de ver desde corzos a caballos salvajes. Esto es lo que ofrece el Parque Natural do Xurés, un entorno absolutamente mágico.

Otros muchos hallazgos sorprendentes salpican el Parque Natural, como Casolas, una aldea construida en un tetreno con un 20% de inclinación, entre otras muchas construcciones populares y vestigios romanos.

En definitiva, más de 20.000 hectáreas de pura naturaleza.

Bosque da Fervenza

Robles más de 300 años, lagunas e islas fluviales son solo algunas de las maravillas que se esconden en el Bosque da Fervenza. Esta Reserva de la Biosfera en la provincia de Lugo permite viajar a través de alisos, robles, fresnos y sauces. Se trata de uno de los más importantes bosques de inundación que quedan en la Península Ibérica. La bravura de sus aguas sacude la paz de este bosque gallego.

Ridimoas

Quizá no sea uno de los más conocidos, pero el Bosque de Ridimoas, en pleno corazón de O Ribeiro, es una verdadera reserva de fauna y flora autóctona.

Este proyecto arrancaba en Beade (Ourense) allá por los finales de los años 80 de la mano de Pablo Rodríguez "Oitabén" y a día de hoy cuenta con más 300 hectáreas con ejemplares que van desde robles o la curiosa madreselva hasta sauces o un particular tipo de orquídea. Eso sin hablar de la rica fauna.

Devesa da Rogueira

En la Serra do Courel se encuentra otra de estas joyas de la naturaleza, un total de 30 kilómetros cuadrados de riqueza natural y paisajista. Además, se convierte en un destino ideal para los amantes de las andainas y del senderismo.

Fraga de Catasós. // Bernabé/Javier Lalín

Fraga de Catasós

En las afueras de Lalín, la Fraga de Catasós esconde algunos de los mejores ejemplares de castaños centenarios de Europa, plantados a comienzos del siglo XIX en la propiedad del pazo de la familia Quiroga. Estos árboles junto a robles que alcanzan los 30 metros de altura configuran otro de esos bosques encantados que salpican Galicia.

A veces la realidad puede superar a la ficción, y estos bosques son una muestra de ello al mejorar cualquier escenario de película.