Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a la ciudad a las 9.45 horas. Lo hicieron a caballo, dirigiéndose a la Plaza de España. Desde allí comenzaron un itinerario que les llevó hasta A Pedreira y el Pazo de Mugartegui en donde a las 11 comenzaron a atender las "peticiones de última hora" de los cientos de niños de Pontevedra que acudieron a saludarlos. Llamó poderosamente la atención de pequeños y mayores la caravana de camellos en los que portaban los regalos que se pudo ver más tarde en la cabalgata. Tras la recepción en A Pedreira los magos tuvieron unas horas de descanso antes de que se celebrase la cabalgata. Posteriormente, Sus Majestades de Oriente todavía tuvieron tiempo para repartir todos los regalos.