La actual crisis sanitaria está teniendo severas consecuencias en todos los sectores sociales, económicos y culturales y la Escuela de Música de Vilaboa no está al margen. La COVID-19 sitúa a muchas bandas de música de la provincia al borde de la desaparición al mermar los ingresos derivados de las actuaciones en fiestas y eventos, necesarias para complementar el presupuesto anual.

A esta precariedad económica tampoco es ajena la Banda de Música de Vilaboa sin embargo, su director, Daniel Figueira, es optimista. “La ilusión todo lo puede y nosotros tenemos un grupo de chicos y chicas muy implicados que quieren que su bandiña siga adelante”. En las vísperas de una fecha tan significativa como el 8-M apunta un dato: casi el 70% del alumnado de esta escuela es femenino.

Y esa ilusión es el motor que anima a la Escuela de Música de Vilaboa a plantarle hacia la pandemia y continuar con la formación más allá de las restricciones impuestas por la Covid-19. El curso arrancaba en octubre con 140 alumnos y las bajas rondaron un 5% aproximadamente. La razón está en la teledocencia. “Poner a un chico de 8 años delante de una pantalla durante una hora para aprender a tocar la flauta, por ejemplo, provocó que apareciera la desmotivación, pero en un porcentaje poco significativa”, apunta Daniel Figueira, licenciado en música por el Conservatorio Superior del Principado de Asturias; que tiene una fórmula para luchar también contra la desidia derivada de la pandemia. “Trabajamos con objetivos a corto plazo que incentiven a los alumnos en su aprendizaje. Comprobar que mejoran y que los logran aumenta su ilusión por continuar”.

La pandemia truncó varios proyectos que la Escuela y más la Banda tenían en marcha: El Festival previsto en Castiñeiras, un musical de Broadway con la cantante suprano Marina Penas para esta primavera y las actuaciones en fiestas y eventos quedaron en el aire y sustituidos por otros proyectos adaptados a las circunstancias y en los que están trabajando a reo, como un nuevo videoclip con una pieza “con mucha energía” de Deep Purple a la que le pondrá voz el cantante gallego Miguel Bello. “Queremos animar a toda el vecindario de Vilaboa y mantener vivo el gusto por la música”, señala Daniel Figueira, que comenta con ilusión su esperanza de que la Banda recorra este verano las parroquias con el ciclo de conciertos que no se pudo realizar en 2020.

Un cuadro formado por 12 profesores y el empeño de Daniel Figueira de contar con un amplio catálogo de instrumentos de préstamo complican el presupuesto anual de la Escuela que, además de las cuotas de los padres, cuenta con el respaldo económico del Concello, Xunta y Diputación, y junto a empresas del entorno. “Y aun así hay que articular iniciativas para completar los gastos pero vale la pena; primero porque estamos orgullosos de nuestros alumnos y especialmente de los 60 que componen la Banda de Música, que se saben continuadores de una banda que desapareció en Paredes hace cerca de cien años, y en segundo lugar porque su implicación es tal que merece todo nuestro apoyo, nuestro respeto y nuestra admiración”.