La junta de portavoces del Concello de Campo Lameiro evaluó como “muy decepcionantes” los resultados de la reunión mantenida con los responsables de zona de Abanca con el alcalde, Carlos Costa, en el Consistorio y consideraron “poco realistas” las alternativas que la entidad de crédito plantea para dar una respuesta satisfactoria y eficaz a los ancianos y comerciantes, los principales afectados por el cierre de la sucursal. Representantes del banco reiteraron al alcalde la voluntad “irrevocable” de cerrar la sucursal y su voluntad de dejar un “cajero inteligente” operativo para atender las demandas de los usuarios, según informa el Concello.

Ante esta situación, el alcalde reiteró la “ineficacia de esta medida para la tercera edad” y se baraja estudiar la posibilidad de habilitar una “unidad móvil” (un minibús) que se trasladaría un día al mes a Campo Lameiro.

Los portavoces municipales coincidieron en considerar estas medidas alternativas “inasumibles e insuficientes” y exigieron el mantenimiento de la sucursal con una prestación de servicios permanente y atendida por personal de Abanca aunque sea compartido con otra oficina cercana.

Portavoces de los tres grupos municipales reiteraron su convicción de que “debemos seguir nuestra hoja de ruta en la defensa de los intereses y derechos de nuestros vecinos. Mantenemos la convocatoria de manifestación para este viernes 27 de agosto a las 20.30 horas y las distintas acciones de protesta y movilización. “No descartamos tampoco, si el 8 de septiembre continúan manteniendo la decisión de cerrar la sucursal, abrir el expediente de declaración de “persona non grata” contra Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca como principal responsable de este ataque a Campo Lameiro”.