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Conectar Pontevedra con la vía verde do Salnés, un poco más cerca

Vía verde do Salnés Noe Parga

La Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FFE), entidad que gestionan las vías verdes en España, asumirá la redacción del proyecto para crear una senda ciclista y peatonal de este tipo por el trazado en desuso del tren entre Pontevedra y Portas, donde conectaría con la vía verde do Salnés, operativa ya desde hace meses.

Así se ha acordado este viernes en un encuentro en Fitur entre el concejal de Medio natural, Iván Puentes, y el jefe de Proyectos Técnicos del Área de Vías Verdes de la FFE, Maximiliano Cuevas. En el reunión también se abordó la posibilidad de que la fundación ceda al Concello de Pontevedra alguna pieza histórica, preferentemente un vagón antiguo, para instalarlo en al ruta.

La posible vía verde entre Pontevedra y Portas permitiría crear un recorrido de unos 34 kilómetros por la capital, Barro, Portas, Caldas y Vilagarcía. En estos tres últimos municipios ya existe un tramo de unos 9 kilómetros.

El Concello de Pontevedra dispone de unos 800.000 euros de fondos europeos para ejecutar el tramo por su término municipal, desde la estación hasta el límite por Barro, que incluye el uso del antiguo puente del ferrocarril sobre el Lérez y discurría por vías en desuso tras la ejecución del Eje Atlántico.

Hace meses que se persigue este proyecto. Ya en febrero pasado, hace casi un año, todos los concellos implicados anuncairon un proyecto común para crear un gran trazado peatonal, y cicloturista, destinado a a dar continuidad al itinerario que ahora llega hasta la estación de Portas.

Esta gran senda, que en su conjunto sumaría 24 kilómetros de longitud, aprovecharía el trazado ferroviario en desuso, vías forestales y de la parcelaria, e incluso algún tramo del Camiño de Santiago.

La iniciativa parte ya de los 9,2 kilómetros de la Vía Verde do Salnés que están operativos y en completo uso por parte de los ciudadanos. El itinerario parte del lugar de Abelle, en la parroquia de Rubiáns, y continúa junto al Pazo de Rubiáns, donde hay un primer entronque, para seguir hasta el apeadero de Ande, y adentrarse en el término municipal de Caldas de Reis por la parroquia de Godos. Cruza el río Umia mediante un puente metálico de 64 metros de longitud en tres vanos, que es considerado un ejemplo de la ingeniería ferroviaria de finales del siglo XIX, y se introduce en Portas hasta llegar a la estación y la antigua azucarera.

A partir de ahí, los trabajos a realizar se limitarían a los 15 kilómetros restantes, los comprendidos entre los municipios de Portas, Barro y Pontevedra.

Para concretar el trazado, el Concello de Pontevedra aportó en su día el estudio realizado por la asociación Pedaladas, que diseñó el enlace desde la capital de la provincia con la Vía Verde do Salnés.

La diferencia entre ambos itinerarios es que la Vía Verde discurre íntegramente por el tramo ferroviario en desuso, y el nuevo trazado aprovecha alguna parte de las viejas vías del tren, como el puente sobre el río Lérez y un antiguo túnel. El resto se salvaría aprovechando sendas forestales y de la parcelaria, ya abiertas. De este modo el coste se vería reducido de forma importante, centrándose principalmente en materia de señalización y mobiliario.

La intención de Pontevedra, según expusieron sus representantes municipales, es enlazarla posteriormente con la futura Vía Verde, por el sur de este municipio con Vilaboa, Ponte Sampaio y Arcade, sumando así 40 kilómetros. Sin embargo, este tramo sur permanece paralizado desde hace años porque Adif mantiene esas vías afectadas por un posible uso para mercancías, pese a que no se utilizan en absoluto desde hace casi una década.

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