El juicio contra seis acusados de transportar un alijo de 30 kilos de cocaína a bordo del pesquero de altura New Polar, que se celebra en la Audiencia Provincial de Pontevedra, dio un giro inesperado este miércoles, cuando el fiscal, tras un largo interrogatorio por videollamada a uno de los guardias civiles que intervinieron en el caso, solicitó al Tribunal que se requiera la presencia de este agente y del que debía comparecer a continuación también en remoto, para que declaren presencialmente mañana en Pontevedra. Lo hizo al apreciar varias contradicciones e incongruencias en las manifestaciones de este agente, al que el fiscal recordó en algunos momentos de su declaración que se encontraba bajo la obligación legal de decir la verdad.
El presidente del tribunal, Xosé Barreiro, aceptó la solicitud del fiscal y citó a ambos agentes de la Guardia Civil para que comparezcan mañana de forma presencial en Pontevedra para seguir dando explicaciones sobre su investigación. En este punto se suspendió la vista hasta mañana.
En la sala de la Sección Segunda de la Audiencia se reprodujo una conversación grabada con los agentes que ponía en contradicción la declaración del investigador al que interrogaba el fiscal.
Se expuso, entre otras cuestiones, que la pareja de uno de los acusados en este proceso y que actuaba como confidente de la Guardia Civil, alertó a los agentes en el año 2013 --a raíz de una denuncia por violencia de género--, de que su marido traficaba con cocaína. La detención de este individuo se produjo en 2019 a raíz de la operación por la que ahora se le juzga.
En las conversaciones telefónicas grabadas y en los mensajes intercambiados también se aprecia trato de favor hacia el acusado.
En la vista celebrada este miércoles también declaró el último de los seis acusados que se sientan en el banquillo, Adrián B.M. Lo hizo solo a preguntas de su abogado y negó cualquier vínculo con la supuesta organización criminal.
