Galegas 8M no celebrará este año una “manifestación nacional” como la que en años anteriores había discurrido por las calles de Vigo (2018), Lugo (2019) y Verín (2020). El colectivo feminista alude a “motivos evidentes” para renunciar a esta marcha central que congregue a todas las gallegas en una única localidad. “Este 8 de marzo todos os lugares serán a capital do feminismo”, subraya en un comunicado Galegas 8M, que promete demostrar el “espírito combativo enchendo as rúas de cada lugar”.

Las manifestaciones mantendrán el lema de “Sen coidados non hai vida”, con el añadido de “Mulleres en folga: esenciais, precarizadas e fartas”. En toda la comunidad se prevén alrededor de 85 movilizaciones.

Galegas 8M reitera que se organizarán las marchas en columnas de mujeres, asegurando la distancia social. Para ello, destacan, han buscado espacios amplios en los que también se pueda garantizar esa distancia, modificando en varios lugares las rutas “tradicionales” de las manifestaciones feministas. Tanto en los actos a la conclusión de las marchas como en las propias concentraciones se requerirá el uso de la mascarilla. En caso de tener síntomas compatibles con el COVID-19, se anima a las mujeres a quedarse en casa y “visibilizar a loita desde as xanelas e balcóns”.

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, recordó ayer, en la rueda de prensa posterior a la reunión del subcomité clínico, que la Xunta de Galicia exige unas condiciones para celebrar concentraciones, y que son “las mismas que la concentración de negacionistas frente al Parlamento” de Galicia el pasado 20 de febrero. “Si todo el mundo lleva mascarilla y guarda la distancia no podemos oponernos”, precisó García Comesaña, que comunicó estas condiciones a la Delegación del Gobierno en Galicia a través de un escrito.

Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, defendió ayer el “derecho de las mujeres a manifestarse el 8 de marzo” y calificó de “machismo político” el intento de tratar a las mujeres como “ciudadanos de segunda a las que hay que tutelar”.

En una conferencia de prensa, la líder de la oposición se refirió a la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid que ha prohibido por motivos de “salud pública” todas las manifestaciones convocadas para el 7 y el 8 de marzo en la región y que obedece, a su juicio, a una campaña “orquestada por el PP y Vox a la que parece que también sucumbe el PSOE”. La líder nacionalista acusó a los partidos de derecha y extrema derecha de cuestionar el derecho democrático de las mujeres a manifestarse en la calle.

Los sindicatos CC OO y UGT de la Comunidad de Madrid llevarán a los tribunales la prohibición por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid de su concentración, que habían convocado como cada año en la Plaza de Cibeles, por el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, ya que han aseguran que se ha negado “de manera irregular”.

Ambos sindicatos critican que se trate de “demonizar y criminalizar” el movimiento feminista del 8M y defienden que un alto porcentaje de las concentraciones presentadas ante la Delegación del Gobierno están “ajustadas a derecho”.