Los 25 días que quedan para la Semana Santa pueden ser un auténtico vía crucis político y sanitario, de persistir los roces entre Gobierno y autonomías a cuenta de las restricciones para evitar un desastre epidemiológico comparable al de la Navidad. Ayer, la Xunta, por boca del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, insistió en que está “todavía lejos” de establecer medidas de cara a los festivos de principios de abril, y cargó contra Sanidad por “forzar el consenso” sobre el documento presentado el jueves en la Comisión de Salud Pública. El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, acusó al Gobierno de “deslealtad institucional” y confirmó que el Ejecutivo autonómico ha presentado una queja formal por lo ocurrido. “Publicaron un borrador como si fuese un acuerdo, cuando no lo es”, lamentó.

“El documento se envió en el último minuto y algunos lo pudimos ver por los medios de comunicación –explicó, por su parte, García Comesaña tras la reunión del subcomité clínico–. No puede haber una nota de prensa diciendo que había consenso, no es cierto. El objetivo no era cerrar el objetivo de Semana Santa en ese momento. Nos pareció improcedente el procedimiento y la nota de prensa. No se puede forzar el consenso”, remachó.

El conselleiro de Sanidade compareció ayer por segunda vez esta semana para dar cuenta de los cambios en las restricciones contra el COVID-19. A partir de ahora se hará esta evaluación dos veces a la semana por “reversibilidad” de las medidas, recordó.

A partir de las cero horas del lunes, las áreas sanitarias de A Coruña y Pontevedra, con todos sus concellos, dejarán de tener el “paraguas asistencial” que las mantenía cerradas por la alta ocupación de sus unidades de críticos.

En nivel máximo quedan 4 concellos: a Soutomaior se añaden Boborás, A Pobra de Brollón y A Mezquita.

Todos los concellos del área sanitaria de A Coruña pasan a nivel medio, excepto Miño, Ponteceso, Sobrado y Arteixo. Lo mismo en el área sanitaria de Pontevedra, salvo Cambados, Ponte Caldelas y Vilanova de Arousa.

En el área sanitaria de Vigo, Mondariz y Pazos de Borbén dejan el nivel alto, en el que se mantiene únicamente Mos.

Las áreas sanitarias de Ourense y Santiago no tendrán ningún concello en nivel alto, a partir del lunes estarán todos en nivel medio.

En el área sanitaria de Lugo, Guitiriz y Lourenzá se mantienen en el nivel alto, al que se incorpora Paradela.

Y en el área sanitaria de Ferrol, Cariño se mantiene en nivel alto, al que se suma Mugardos.

Vacunación

Respecto a la vacunación, Comesaña dijo que ya hay 68.509 personas con pauta completa y 118.568 que ya recibieron la primera dosis. Informó de que se acaba de recibir una nueva remesa de AstraZeneca con la que se empezará a vacunar a los menores de 55 años. En total son 244.900 personas, 204.000 excluyendo los nacidos en 1966. Los ciudadanos de esta franja de edad probablemente serán citados mediante un sistema diferente al de la llamada telefónica que se utiliza para los mayores de 80.

En cuanto a los cribados universitarios, admitió que “los datos son mejorables”. De 56.091 alumnos participaron 27.311, el 50%, y aparecieron 15 positivos. Comesaña recordó que se modificaron las fechas para “mejorar la adherencia al programa”, pero que aun así solo se sometió al test de antígenos la mitad de los convocados. Así, por ejemplo, la Universidad de Vigo convocó a 18.786 estudiantes, de los cuales acudieron el 50% y salieron 3 positivos.

El cribado de PCR por saliva realizado en oficinas de farmacia de la provincia de Pontevedra arroja 64 positivos entre más de 31.000 muestras, el 0,2% del total.

El conselleiro restó importancia al ligero repunte de contagios en Galicia en los últimos 4 días, y añadió que tampoco se está detectando un incremento de positivos tras la apertura parcial de la hostelería.

García Comesaña recordó que la variante británica es predominante en Galicia a más del 80% y llamó a mantener la prudencia, algo en lo que insistió el intensivista del Chus Pedro Rascado, miembro del comité clínico: “Tenemos que ser muy estrictos en todas las medidas de precaución. Reduzcamos nuestro círculo de contactos, y mantengamos la mascarilla y la distancia”, recomendó.

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, durante la comparecencia Europa Press

El 60% de los hosteleros han instalado los códigos QR

El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, consideró ayer “lógica” la prórroga de una semana concedida a la hostelería para descargar los códigos QR con los que se controlarán los aforos y se rastrearán los contactos en caso de contagios. Además, apuntó que “el 60% de los hosteleros ya lo tienen instalado”. El número dos del Ejecutivo autonómico la justificó por la sobrecarga del sistema que se venía produciendo al recibir muchas peticiones al mismo tiempo.

Rueda reconoció la predisposición de los hosteleros a colaborar en la implantación de esta medida, y recalcó que, aunque dispongan de más tiempo para este sistema de control concreto, “el resto de medidas, como la mascarilla o la distancia, sí son obligatorias y están en vigor desde el primer día”.

En ese sentido, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, insistió ayer en la necesidad de que las terrazas instalen todas sus mesas y que habiliten “una sí y otra no”. Recordó que aunque se esté al aire libre sigue habiendo riesgo de contagio.