La concienciación medioambiental se convirtió ayer en A Illa en materia de primer orden. Un total de 53 personas voluntarias dieron sentido a una jornada de responsabilidad ecológica que tuvo como beneficiado un paisaje natural incuestionable como el islote Guidoiro Areoso. Juan Carlos Escotet Rodríguez, presidente de Abanca, y el consejero delegado, Francisco Botas, encabezaron una expedición marina que requirió de la presencia de doce embarcaciones. La singladura al islote zarpó a primera hora de la mañana desde Vilanova para retornar a tierra poco más de tres horas después en el puerto de O Xufre. La intensa labor de limpieza de los fondos marinos finalizó con un volumen de 1.100 kilos de desperdicios retirados.