Mascaraque: “Las emociones tienen que atravesarte, si no terminan arrollándote”

“Quedarse en la zona de confort no es nada malo. Lo que hay que hacer es ampliarla”, afirma la periodista especializada en neurociencia, autora de “¡¡A cerebrar!!”

Raquel Mascaraque (i.) y Nuria Sáinz, ayer, en el Club FARO. |   // J. LORES

Raquel Mascaraque (i.) y Nuria Sáinz, ayer, en el Club FARO. | // J. LORES / ágatha de santos

“No hay emociones buenas ni malas. Todas tienen una función adaptativa”. Así lo aseguró la popular divulgadora de TikTok Raquel Mascaraque, que ayer visitó por primera vez el Club FARO para presentar su primer libro, “¡¡A cerebrar!!” (Aguilar), en el que da respuestas a cuestiones relacionadas con el funcionamiento del cerebro y las emociones como ¿qué le pasa al cerebro cuando te ríes?, ¿y cuando te rompen el corazón?, ¿se puede aprender a decir que no?, ¿por qué se engancha el cerebro a una relación tóxica, ¿cómo actúa cuando sientes miedo?, ¿y cuándo siente ira?

La periodista especializada en neurociencia aseguró que escribir este libro ha sido para ella también un ejercicio emocional. “En él he hecho un desnudo emocional integral. He puesto muchas emociones encima de la mesa”, reconoció durante la conversación que mantuvo con su colega de profesión Nuria Sáinz.

La autora de “¡¡A cerebrar!!” recordó que todas las emociones, desde al amor al odio, tienen una función adaptativa y que lo importante es escuchar al cuerpo y aprender a gestionarlas. No obviarlas porque nos molesten, como nos pasa con la tristeza, por ejemplo, ante la que muchas veces nos incomoda porque no sabemos cómo actuar ante ella. “Las emociones tienen que sentirse, tienen que atravesarte porque, de lo contrario, terminan arrollándote”, advirtió.

La periodista y divulgadora añadió que conocer cómo funcionan nuestras conexiones neuronales nos ayuda a entender y aprender a gestionar las emociones. Y para explicar todas estas cuestiones, Mascaraque contó en Vigo con la ayuda de su inseparable “Cere”, el cerebro anatómico que le acompaña en todas sus ponencias y que le sirve para mostrar cómo funciona nuestro cerebro y qué partes se activan y qué conexiones se establecen en cada orden que da al organismo o en cada emoción que sentimos.

Según Mascaraque, el amor es la emoción más complicada y para la que a día de hoy ni la ciencia tiene todas las respuestas. En este sentido, explicó que los estudios de los que disponemos hasta la fecha han estudiado cómo se comporta el cerebro de las parejas monógamas, pero no de las que practican el poliamor, por ejemplo. “La ciencia no llega a todo. En este campo nos faltan estudios”, dijo.

También se refirió al amor propio, que practicamos poco. “Rechazamos reconocer aquellos atributos que nos dejan bien delante de los demás, pero hay que reconocer aquello que se nos da bien, que son muchas cosas”, dijo.

También explicó que hay que diferenciar tristeza de depresión, dos conceptos que se confunden a menudo. “La depresión es inhabilitante. La tristeza, sin embargo, puede ser una emoción poderosa que te conecta contigo mismo. Pero hay que saber gestionarla porque si no, se va haciendo una bola cada vez más grande”, dijo.

La invitada del Club FARO aludió también al deporte, del que dijo que es “un antiinflamatorio natural”. En este sentido, destacó que corta los pensamientos en bucle, ahuyenta la tristeza al liberar hormonas como la serotonina, y es una actividad socializadora, otro factor saludable para la mente. “El deporte te conecta con tu cuerpo y cuando esto sucede es realmente sanador”, expuso.

En una conversación sobre emociones no podía faltar el miedo, una emoción primaria derivada de la aversión natural al riesgo o la amenaza y que actualmente se desencadena por causas que muchas veces ni siquiera van a pasar. “Tenemos demasiados ‘y si’ en la cabeza y también tenemos miedo a sentir miedo”, adujo.

Mascaraque afirmó que no hay que temer salir de la zona de confort, pero que tampoco es malo desear volver al lugar donde nos sentimos seguros. “Quedarse en la zona de confort no es nada malo. Lo que hay que hacer es ampliarla y a veces para esto tienes que ponerte frente a situaciones nuevas”, comentó Mascaraque, que también habló del odio, la ira y la ansiedad.

“Nuestro cerebro está preparado para recibir las opiniones de 50 personas, no de 10.000”

Raquel Mascaraque también se refirió a cómo afectan a nuestro cerebro las redes sociales y la necesidad de adaptarnos a los cambios que trae consigo el mundo digital. Respecto a esto, aseguró que, aunque aún no contamos con estudios suficientes como para valorar su impacto real en la vida de las personas, ya que la irrupción de las redes sociales es relativamente reciente, los datos con los que contamos hasta la fecha apuntan a que están teniendo un fuerte impacto. La divulgadora destacó que ya hay estudios que muestran un aumento de casos de suicidios en adolescentes en EE UU desde que se implantaron las redes sociales en los móviles. Asimismo, ya sabemos qué provoca los ‘likes’ en nuestro cerebro y qué zonas activa. “El cerebro está progamado para adaptarse a los nuevos retos. Mi padre siempre dice que el mundo no es de los más fuertes, sino de los que mejor se adaptan. Pero lo digital nos ha pasado por encima y no estamos preparados para recibir las opiniones de diez mil personas porque nuestro cerebro está preparado para recibir las de las personas cercanas, que son unas 50, no más”, explicó la invitada del club FARO, que es colaboradora del programa “Si amanece, nos vamos” de la cadena SER y que tiene más de medio millón de setguidores en TikTok.