Los astrónomos consideran que hay unos 100 millones de agujeros negros en la Vía Láctea y que todas las galaxias tienen al menos un agujero negro en su centro que emite radiación en forma de rayos gamma.

Los agujeros negros contienen una concentración de masa tan elevada que generan un potente campo gravitatorio: absorben todo lo que atrapa, incluida la luz.

Todos están lo suficientemente lejos como para que puedan devorar a la Tierra en algún momento, aunque los estallidos de rayos gamma que generan podrían afectar a la vida en la Tierra, según la NASA.

De todos los posibles agujeros negros de nuestra galaxia, los astrónomos han identificado un total de 14, de diferentes masas, que se sitúan en la cercanía de nuestro sistema solar y, por ende, de la Tierra.

El agujero negro más cercano a la Tierra forma parte de un sistema binario conocido como A0620-00, situado en la constelación de Monoceros (Unicornio), a 3.457 años luz de la Tierra.

A0620-00 es especialmente conocido porque será el primer agujero negro en recibir una interacción humana. Su masa es 3,2 veces la del Sol.

Desde la Agencia Espacial Europea en la Estación de Cebreros (Madrid), se emitió en 2018 una señal de radio con un mensaje de paz y esperanza en memoria de Stephen Hawking, que llegará a su destino en el año 5475. Entonces se convertirá en una forma de energía predicha y nombrada en su honor: la Radiación de Hawking, destaca la BBC.

Un agujero negro mucho más grande, con 1.300 veces la masa solar, también cercano a nosotros, es Sagitario A* (Sgr A*). Está en el mismo centro de la Vía Láctea, a 26.000 años luz de nuestro Sol, rodeado de una serie de objetos extraños que se comportan como estrellas.

Más casos

Más casos Hay más agujeros negros identificados. HR 6819 es un sistema estelar doble o triple en la constelación meridional de Telescopium, que se cree incluye el agujero negro supermasivo más cercano al Sol.

Este sistema estelar está a unos 250 años luz de nuestra estrella, de la que se está alejando a una velocidad de 9,4 kilómetros por segundo.

Hay otra estrella no menos relevante, conocida como V723 Monocerotis, situada a 979,47 años luz de la Tierra, que está acompañada de otro agujero negro al que han llamado Unicornio, según acaba de revelarse.

Otro candidato a agujero negro cercano al sistema solar se encuentra en la fuente de rayos gamma y rayos X GRS 1124-683 (GU Muscae), considerada uno de los posibles agujeros negros que se clasifican como rayos X nuevos. Este agujero negro es aproximadamente siete veces más masivo que el Sol, del que se encuentra a 315 años luz de distancia.

Otro sistema binario, conocido como XTE J1118 + 480, se encuentra en la constelación de la Osa Mayor, situada a unos 80 años luz de nuestro sistema solar.

Probablemente contiene un agujero negro que se considera es un micro cuásar, la región compacta que rodea a un agujero negro estelar. XTE J1118 + 480 es el primer sistema de rayos X de agujero negro firmemente identificado en el halo galáctico.

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Concentración del Cisne

Concentración del Cisne En la constelación del Cisne, a 5.500 años luz de la Tierra, tenemos varios casos: el primero, Cygnus X-1, una fuente de rayos X galáctica que fue la primera fuente de este tipo ampliamente aceptada como un agujero negro.

En la misma constelación se encuentra también V404 Cygni, un micro cuásar y un sistema binario que contiene un agujero con una masa que es aproximadamente nueve veces la de nuestro Sol, del que le separan 460 años luz.

La constelación del Cisne acoge por último a Cygnus X-3, un sistema binario de rayos X de alta masa que representa una de las fuentes de rayos X binarios más fuertes del cielo.

Los componentes de este sistema binario no se conocen con precisión, pero se cree que uno de ellos se convertirá en un agujero negro muy rápidamente, en escalas de tiempo astronómicas.

Nebulosas y constelaciones

Nebulosas y constelaciones La relación de agujeros negros identificados continúa en otras regiones. En la nebulosa del Cangrejo, a 6.523 años luz de la Tierra, se encuentra GRO J0422 + 32, una nova de rayos X y candidato a agujero negro desde su descubrimiento en 1992.

La masa del agujero negro en GRO J0422 + 32 es de alrededor cinco veces la de nuestro Sol, y es el más pequeño encontrado hasta ahora para cualquier agujero negro estelar. Todavía hay dudas acerca de lo que es realmente.

En la constelación Vulpecula, a unos 300 años luz, se encuentra a su vez GS 2000 + 25, un sistema binario de rayos X que consta de una estrella tardía de tipo K y un agujero negro con una masa que quintuplica la de nuestro Sol.

En la constelación del Escorpión se encuentra asimismo GRO J1655-40, una estrella binaria situada a unos 11.000 años luz de nuestro Sol, que consta de una estrella primaria evolucionada y de una compañera masiva invisible que parece ser un agujero negro estelar con varias veces la masa del Sol. Ambos se mueven por la Vía Láctea a unos 112 kilómetros por segundo.

Por último, en la constelación de Lupus, a 2.000 años luz de la Tierra, se encuentra 4U 1543-475, un transitorio de rayos X que es miembro de un binario de agujero negro que fue observado por primera vez en 1971.

Es un panorama por un lado aterrador, si consideramos los peligros potenciales, pero al mismo tiempo esperanzador, porque los agujeros negros poseen enormes cantidades de energía que algún día, tal vez, sabremos provechar.

Foto superior: Simulación de un agujero negro supermasivo capturando la luz y creando la silueta que le caracteriza. Crédito: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA; imagen de fondo ESA/Gaia/DPAC.