JORGE ÁLVAREZ | VIGO

Solo puede quedar uno, y en el camino hacia la victoria final van cayendo los enemigos poco a poco. En la guerra no importa como se empieza sino como se acaba. Y de eso debe saber mucho Inés Abril, la gallega que desde hace poco más de un mes se pelea con una docena de cocineros por ser la ganadora de Top Chef y anoche se deshacía de uno de los candidatos más fuertes a hacerse con el triunfo.

Huevos en conserva

El final de Top Chef está cada vez más cerca y tanto el nivel como la presión sobre los concursantes va in crescendo con cada nueva edición. Muestra de ello fue la primera prueba de la noche. Los aspirantes al título debían enfrentarse a un plato hecho con huevos. Instruidos por el cocinero David Guerrero y como siempre ocurre en este primer reto, uno de ellos obtendría la inmunidad. Fue el caso de David García, que repetía triunfo no sin la acusación del siempre polémico Carlos Medina de copiar la receta que había creado.

Con el pasaporte al siguiente programa de Top Chef, David se convertiría en una pieza fundamental en el desarrollo de un programa concentrado en explotar el conflicto entre Marc Jolí y Carlos hasta las últimas consecuencias. Y es que el cocinero que "mejor" explica sus platos sería el juez que enviaría a Inés y Fran Vicente a la prueba de eliminación. Ambos, según sus propios compañeros, con los platos más flojos de todos los que tenían que hacer con conservas

Platos simples entre mucha estrategia

La llegada a la ronda final de la gallega Inés y Fran responde tanto a la simpleza de sus propuestas como a la estrategia del resto de concursantes.

La gallega no satisfizo a ninguno de los comensales con su idea de presentar una "ensalada" de frutos del mar. La de Fran, un tanto más elaborada, tampoco recibió el apoyo de sus contrincantes -que ejercían de jueces- aunque el voto decisivo de David lo colocaría en la prueba eliminatoria.

Un mojito y un bloody mary comestibles

Llegaban Inés y Fran a un combate en el que los números y la trayectoria sonreían al segundo. Para más inri, la gallega venía de superar in extremis otra prueba de eliminación.

El reto planteado por Susi Díaz para no recoger los cuchillos y abandonar el programa consistía en elaborar un plato a partir de un cóctel. Un mojito para Inés, un bloody mary para Fran.Ambos saldrían airosos de la prueba y dejarían boquiabierto al jurado formado por Alberto Chicote, Susi Díaz y el gallego Yayo Daporta.

Pero la balanza de la victoria solo conoce el nombre de un ganador. Sería el de Inés Abril, la única representante femenina del programa y que ayer dejó claro que Top Chef, de momento, no es solo cosa de hombres.