El periodista Jordi Évole, conductor del programa 'Salvados' de La Sexta segura que no cree "en la objetividad, sino en la honestidad", y añade que su programa solo intenta "reflejar la realidad con la que se encuentra".

Han pasado cuatro años desde que el otrora 'Follonero' que interrumpía los programas de Buenafuente se estrenó en solitario en la televisión nacional con "Salvados por la campaña", un espacio con el que consiguió teñir de humor las elecciones de 2008 y de paso ganar el premio Ondas a la innovación televisiva.

Pero ahora Évole cree que "no tiene sentido hacer un programa solo de humor a propósito de las próximas elecciones generales", y en una entrevista con un reducido grupo de periodistas se confiesa "más indignado que hace cuatro años".

El humor de 'Salvados', que ha seguido presente desde entonces en La Sexta abarcando todo tipo de temas sociales y políticos, se ha ido diluyendo en estos tiempos de crisis.

"Hacer cachondeo de la campaña electoral no se entendería e incluso podría tacharse de frívolo", dice el periodista catalán, y remarca que "actualmente la gente está muy preocupada, hay muchas inquietudes entre la población, y ganas de saber y de estar informado".

De sus entrevistas con Rajoy y Rubalcaba, Évole destaca "la cercanía de ambos en la distancia corta, donde se desenvuelven muy bien y son muy asequibles", aunque lamenta "la falta de transparencia que ambos candidatos demuestran al no conocer, de cara a la cámara, lo que ha costado su campaña electoral".

"Saben todos los datos macroeconómicos de la zona Euro, pero no conocen su economía doméstica", dice el periodista, quien cree que informaciones como esa les pueden pasar factura.

En este sentido, Évole remarca que 'Salvados' no pretende influir en el voto de nadie, sino reflejar la realidad que se encuentra el equipo del programa", y afirma que no cree "en la objetividad, sino en la honestidad; en enseñar lo que uno ve en un momento exacto, sin manipular la realidad".

Para Évole, "la locura por las audiencias" que se vive en televisión "perjudica a la profesión periodística, ya que estar tan pendiente del numerito puede hacer bajar el compromiso con el público".

Así, le parece "un error" medir el éxito de un programa sólo por esa vía, y destacado que "empieza a haber otras fórmulas de ver televisión que no son las convencionales y que hay que tener en cuenta, como las descargas por internet".

Según Évole, "está desapareciendo el espectador que se sienta frente a la tele a ver un programa concreto, sobre todo entre la gente joven, que sabe que al día siguiente podrá verlo en la web de la cadena".

De hecho, el programa 'Borrando a ETA' de 'Salvados' batió todos los récord de La Sexta en internet, con hasta 250.000 visionados en a través del sitio de la cadena.

Évole tiene claro que la repercusión social de un programa, que antes se valoraba "bajando al bar y escuchando a la gente", y ahora se pulsa en las redes sociales, "en esos comentarios que se dan minuto a minuto en la red".

Al periodista le apasiona ver "cómo tanta gente puede opinar a la vez y de una manera tan inmediata", algo que le sirve para "entender lo que ha funcionado y lo que no", y está convencido de que "hoy en día es más importante el minuto a minuto en Twitter, que el minuto a minuto que se publica en las webs especializadas en medición de audiencia".

Tras el 20-N, 'Salvados', siguiendo la tendencia que ha explotado últimamente, "viajará menos fuera de España y apostará por la cercanía", explica el conductor del programa.

"Uno de los próximos temas a tratar será algo de lo que se habla muy poco, como es la burbuja futbolística, y es que parece que el fútbol siempre va bien y hay que mostrar su cara B", concluye Évole.