De pequeño soñaba con ser egiptólogo, paleontólogo y astronauta, pero Miguel Ángel Oliver (Madrid, 1963) acabó ejerciendo el periodismo como demuestra de lunes a viernes en Cuatro, donde presenta unos informativos "con un aire distinto", pues cree que hay que ser menos erudito y más explicativo al contar las noticias.

- Presenta y edita desde 2014 Noticias Cuatro Noche. ¿Cuál es el balance?

- Positivo. Cada día nos enfrentamos a una competencia durísima pero hemos puesto en marcha un informativo con un sabor diferente y podemos seguir dando batalla. Cada minuto intentamos no perder el empuje por ofrecer a la audiencia una visión de la información desde otras perspectivas.

- ¿Está de acuerdo con que el suyo se puede definir como 'un informativo de autor'?

- Es un informativo con un aire distinto, pero son los equipos de redacción y edición los que buscan siempre perfiles diferentes. Yo pongo un estilo personal, con un punto de énfasis y una mirada curiosa sobre aspectos que a veces se quedan algo oscurecidos en la rutina diaria de la información. Es un informativo singular y con un autor colectivo que es la redacción.

- ¿Cómo le gusta contar una noticia?

- El empeño cada día es explicarme primero a mí mismo de qué voy a hablar y luego tratar de contárselo con cierta llaneza al público, donde veo a mis padres o a un amigo ingeniero que no están en el día a día de la información. Se ha generado una erudición en torno a la información y esos eruditos a veces se pierden en ella. Hace falta ser menos erudito y ser más explicativo, es fundamental.

- ¿Para involucrarse al cien por cien en un informativo se debe ser editor y presentador?

- La doble función me implica más. Estás casi al doscientos por cien. Me gusta muchísimo ese doble papel. Si tuviera que elegir me gusta más la edición, contribuir a dar una arquitectura a la realidad, que me parece muy compleja. Ahí fuera hay cierto caos que alguien tiene que ordenar para que tenga coherencia y las cosas respondan a un criterio, a una trascendencia. La presentación es como un regalo, la guinda del pastel.

- ¿A qué hora se empieza a preparar un informativo de las 20:00 horas?

- Llegamos sobre las 12:00 horas porque la redacción trabaja para el informativo del mediodía. Luego hay que dar una mirada que distinga al informativo de la noche del anterior. Al llegar vemos lo que ha ocurrido en las distintas secciones y hacemos una selección.

- ¿Siente presiones al elegir qué noticias contar?

- Los informativos de Cuatro aplica una política muy liberal en la selección de noticias. Trabajo con muchísima libertad pero la presión es inherente al puesto que desempeñemos. El que diga que no hay presión o no conoce este trabajo o miente. Siempre hay presión y esta puede dar lugar a presiones. Dentro de la línea editorial de cada medio hay cuestiones que pueden resultar más o menos incómodas o agradables.

- A veces sale de la redacción como cuando los atentados de París. ¿Le gusta?

- Me encanta -si esto lo lee algún jefe le pido que me saque más-, siempre he sido perro callejero. Comencé haciendo calle en equipos locales de información en Bilbao y Madrid y me marcó profesionalmente. En los acontecimientos vividos en directo, a tu vista, es donde está la emoción de esta profesión.

- Trabajó 22 años en la cadena Ser, ¿por qué el cambio de la radio a la televisión?

- Fue en el momento en que el grupo Prisa puso en marcha Cuatro. Se colocó a un gran estandarte como Iñaki Gabilondo y él procuró que varias de sus voces fueran a los informativos de la nueva cadena. Fue una ocasión única para dar el salto.

- ¿Quién elige el que presente usted de pié y sin corbata?

- Comencé encorbatado, con unas gafitas muy al uso, en plan formalito. Pero pronto propuse que nos quitáramos la corbata; creo que el exministro de Industria Miguel Sebastián tampoco llevaba corbata al Congreso y era como una pequeña ruptura de cierta formalidad. Tampoco lo he inventado yo en los informativos pues recuerdo a gente de TVE como Andrés Aberasturi sin corbata y sentado en el pico de la mesa, y a Felipe Mellizo con un jersey de punto. La información con menos almidón la ha habido hace mucho tiempo, pero se había ido almidonando más quizá para responder a una audiencia que parece que exige cierta formalidad. Quiero dar un aire más informal a la apariencia y en cambio más profundo a la esencia de la información, no al revés, no ponerme corbata para contar gilipolleces sino no depender de la corbata y contar cosas más profundas. Sobre lo de estar de pie hubo un tuitero que dijo que le estaba estresando por llevar de pie mucho rato y le contesté que si no se había estresado que llevara nueve años sentado.El informador no es un busto parlante que no interactúa, yo no quiero.

- ¿La presión de las audiencias es diaria para usted?

- Me presiona la audiencia pero a mí no me presionan con la audiencia. Me encuentro cómodo donde estoy pero uno nunca debe acunarse en la comodidad. Soy competitivo, me presiono y me enrabieta en ocasiones los resultados que pueden ser mejorables. Pongo todos mis sentidos para tratar de mejorar cada día. Es evidente que cuando uno tiene un mecanismo de medición de tu trabajo, que marca un minuto a minuto, sería poco prudente ignorarlo y a mí mismo si me presiona la audiencia.