Uno de los personajes más esperados en ‘GH VIP 7’ era Mila Ximénez.

Su entrada en el concurso fue con el rostro desencajado y con pocas ganas de sumergirse en esta aventura por la que se mueren tantos famosos. Lo cierto es que a la organización del programa tenía una sorpresa poco agradable para la colaboradora de ‘Sálvame’, ya que, nada más bajarse del coche y hablar con Jorge Javier Vázquez, le hicieron entrar a la casa por la gatera de la puerta.

Su enfado con Jorge Javier y la organización era cada vez más visible. Ella ha confesado en más de una ocasión que fue el presentador quien le convenció para vivir esta experiencia.

Se negó por activa y por pasiva, gritó, avisó con que no entraría reptando, tiró los tacones al suelo y al final, la tuvieron que abrir la puerta.

Cuando la tranquilidad por fin llegó a su cuerpo todo dio un vuelco. La casa de ‘Gran Hermano’ este año es completamente diferente a la de los últimos tiempos, tiene vida propia. La casa está llena de puertas escondidas, de aparatos que echan humo sin parar, de alarmas de incendios, y de rejas.

Cuando las alarmas suenen, el humo salga y las rejas se bajen, los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra tendrán que meterse en el bunker que les ha preparado la organización del programa para estar a salvo. Y esto es algo que no ha gustado nada a Mila Ximénez ya que en ese sitio no hay camas para todos, no hay agua, no hay comida y apenas hay espacio suficiente para estar a solas. La cara de la colaboradora de ‘Sálvame’ era todo un poema y repitió más de veinte veces que este mismo jueves abandonaría el concurso.

Jorge Javier Vázquez no dudaba en bromear con el humor de la colaboradora y le quiso gastar alguna broma: "Bueno Mila, me tranquiliza que no hayas dicho que quieres abandonar ahora mismo".