Antonio David Flores está viviendo unos días complicados dentro de la casa de Gran Hermano VIP. El ex guardia civil ha tenido que hacer frente a una dura discusión con Mila Ximénez antes de encerrarse a dibujar su Curva de la vida.

El ex de Rociíto ha sacado fuerzas de su interior para narrar cómo fue su vida antes de conocer a la hija de Rocío Jurado. Con una infancia de lo más feliz, Antonio David solo deseó repetir el ejemplo de familia que habían formado sus padres, Juan y Luisa: "Mi padre era gitano, su padre y su madre lo eran, se casó con una mujer maravillosa que no lo era y de ahí salieron cinco hijos, yo soy el pequeño... Soy el pequeño y esto provocó que todos mis hermanos salieran de casa relativamente pronto a los 18 o 20 años... Cada uno de ellos tuvieron dos hijos cada uno, yo soy el tío mayor de ellos y he estado mucho con ellos... Somos una casa muy familiar y yo he tratado mucho con mis sobrinos... Las flechas azules son de felicidad de alegría, mi casa es una piña y a mí eso me ha ayudado mucho".

Una felicidad que empezó a imitar cuando conoció a Rocío Carrasco: "De mi primer matrimonio nacen mis hijos Rocío y David, yo quería ser padre joven porque al ser el pequeño de los hermanos mis padres eran mayores y quería que disfrutaran de mis hijos... Un guardia civil con la hija de una tonadillera, la familia castiza por excelencia, el cóctel".

Un matrimonio que no siempre fue caótico: "Fui feliz exceptuando los dos o tres últimos meses, fui muy feliz siempre, créeme porque mi ilusión, mi meta era tener una familia y vivir de la misma forma que han vivido mis hermanos... Crear un hogar, criar a mis hijos y ser un matrimonio normal dentro de donde me había metido, me había metido en la casa de Rocío Jurado. Estamos hablando de alguien muy importante en España y fuera... Yo no tenía mucha idea de todo esto, me casé muy joven". Y es que para Antonio David, el final de su vida conyugal llegó cuando decidieron marcharse a vivir a Madrid, a la casa de Rocío Jurado y José Ortega Cano: "Si no hubiéramos venido a vivir a Madrid, a casa de mi suegra, en paz descanse, se hubiera salvado...".

Aún así, el concursante de GH VIP reconoce que se llevaba a las mil maravillas con la cantante: "La abuela de mis hijos a mí me adoraba y yo también, y su abuelo también me adoraba... Cuando regresamos a Madrid ya había demasiada gente, Rocío volvió a retomar su vida, sus amistades... Era todo lo que teníamos alrededor, muchas opiniones, la prensa todos los días en la puerta de la casa... Estabas todo el día en la tele y creo que eso complicó la relación y llegó hasta dónde llegó...".