La mayoría de nosotros sabemos esto de Pablo Ibar: hijo de un vasco emigrado a Estados Unidos, y buena parte de ellos los pasó en el corredor de la muerte a pesar de los esfuerzos de sus familiares y sus abogados por demostrar que no hay suficientes pruebas contra él. "Y es por eso que he considerado necesario contar su caso, que es mucho más complejo de lo que la gente cree", aclara el director sevilllano Olmo Figueredo. Para cumplir su objetivo ha necesitado seis episodios documentales de unos 55 minutos cada uno y agrupados bajo el título 'El Estado contra Pablo Ibar'. Los dos primeros han visto este jueves la luz en el Festival de San Sebastián.

A lo largo de su metraje, cuya columna vertebral narrativa es el largo camino legal durante el que primero se anuló la sentencia inicial de Ibar y un nuevo juicio lo condenó después a cadena perpetua, la serie nos descubre un proceso judicial plagado de irregularidades. "La policía cometió errores flagrantes en la investigación porque tenían prisa por encontrar a un sospechoso, y después tanto el equipo fiscal como el juez se mostraron más interesados en hacer que Pablo pareciese culpable que en buscar la verdad", asegura el padre de Ibar, Cándido, uno de los grandes protagonistas del documental. "Dado que el caso ha llegado a ser tan mediático, y que llegó no solo al Senado español sino también al Parlamento Europeo, la justicia estadounidense no quiso reconocer su error y enfrentarse a un escándalo".

Como 'El Estado contra Pablo Ibar' deja claro, asimismo, la defensa del acusado se vio seriamente perjudicada por la repentina muerte de su abogado principal, Alan Ross, que dejó al equipo de letrados descabezado y generó problemas de confianza por parte de Ibar y de sus familiares. "Algunas cosas deberían haberse hecho de forma diferente", reconoce Cándido. "La fiscalía recurrió a métodos marrulleros, y creo que la defensa debería haber hecho lo mismo para poner al juez contra las cuerdas. Fueron demasiado legales". La serie ofrece pruebas de ese juego sucio por parte de la acusación, pero en todo caso no toma partido. "La idea es que el espectador saque sus propias conclusiones, como si fuera uno de los 12 miembros del jurado", afirma Figueredo, que ya participó en la producción de la serie de ficción 'En el corredor de la muerte' (2019), también centrada en el caso y protagonizada por Miguel Ángel Silvestre.

Han pasado dos años desde que Ibar fue sentenciado a pasar el resto de sus días en la cárcel. Llegado el momento podrá interponer un recurso de apelación, pero el proceso será desesperantemente lento. "Incluso aunque Pablo fuese culpable, ya ha pasado 26 años en la cárcel, por lo que está claro que habría pagado por lo que hizo", sostiene su padre. "Pero, ¿y si no lo hizo y a pesar de ello se ha pasado más de la mitad de su vida privado de libertad? ¿Existe mayor injusticia que esa?".