El estreno de la nueva sitcom de la cadena ABC, spin-off de Roseanne, ha levantado viejas asperezas con Roseanne Barr. La serie de la actriz fue cancelada justo antes de verano por unos comentarios racistas que vertió en unos tuits. Barr pidió perdón pero, ante el trágico desenlace de su personaje en la nueva serie, ha decidido arremeter contra la cadena tanto en Twitter como en Facebook.

Sus comentarios racistas contra Valerie Jarret, la exasesora de Barack Obama, le costaron la serie, que llevaba 10 temporadas en el aire. Cuando John Goodman le contó que su personaje moriría en la serie y que quedaba fuera del nuevo proyecto, la actriz decidió quejarse spoileandolo en Twitter con un "¡¡¡No estoy muerta, perras!!!".

Unas horas después, Barr decidió publicar en Facebook un comunicado más relajado de forma conjunta con su amigo el rabino Shmuley Boteach. En él decía cómo "la cadena no estaba dispuesta a pasar por alto un lamentable error". Además, los "valores americanos" de arrepentimiento y perdón han sido ignorados por la ABC según la actriz.