'El ministerio del tiempo' prepara el desembarco de su cuarta temporada con 'Antes de que no haya tiempo', precuela de 10 minutos que sirve de enlace entre la tercera y la cuarta tanda de episodios. Un minicapítulo especial que, pese a su corta duración, deja unas cuantas revelaciones que han hecho que el 'hype' ante los nuevos episodios aumente más... si eso es posible.

(Esta noticia contiene spoilers)

'Antes de que no haya tiempo' ha dado unas cuantas pistas de por dónde va a ir la cuarta temporada. En sus diez minutos de duración, la precuela ha ofrecido ciertas escenas que no han sido elegidas por casualidad. La aparición de Benito Pérez Galdós (Manolo Cal) con motivo de la celebración del centenario de su muerte es, quizás, la trama más autoconclusiva de este mini-episodio.

Aquí una serie de revelaciones de la precuela de 'El ministerio del tiempo':

El regreso de Julián

La precuela termina reintroduciendo a Julián (Rodolfo Sancho) en la serie. Para aquellos que no lo recuerden, el paramédico moría al inicio de la tercera temporada, en plena Guerra Civil, en la Batalla de Teruel de 1937.

Sin embargo, su regreso ha provocado un desajuste temporal que ha estado a punto de provocar el caos en el Ministerio del Tiempo, lo que lleva a varias preguntas aunque la principal es la siguiente: ¿qué ha provocado que esté vivo y viviendo en la España de 1943 con el nombre de Eulogio Romero?

Fallos en el sistema

Salvador (Jaime Blanch) comenta que en casi 40 años que lleva trabajando para el Ministerio nunca había sucedido un desajuste temporal. Cuando Irene (Cayetana Guillén Cuervo) y Pacino (Hugo Silva) terminan una misión en 1965, salta un "error de nivel 3".

Esto abre la posibilidad a que haya más "desajustes temporales" con el regreso de Julián. Es más, con el anuncio de que un desajuste provocaría que todas las misiones tuviesen que rehacerse, parece que esto jugará un papel muy importante en la futura temporada.

La aparición de Galdós

Como nota anecdótica, el homenaje a Pérez Galdós ha venido con interesantes guiños que abren la posibilidad a que el escritor reaparezca en la cuarta temporada. Cuando surge el problema de desajuste temporal, Angustias llama en secreto al célebre autor de 'Fortunata y Jacinta', que en el mini-episodio demuestra ser un lince de la informática y tener dotes de hacker dignas de Lisbeth Salander.

Lo primero que dice la secretaria para convencer a Galdós para que regrese es que es una urgencia de tal magnitud que deben aparcar sus diferencias. ¿Acaso el Ministerio, o ella, han tenido un conflicto con el escritor? Todo apunta que sí y que dicha fricción debería explicarse en los próximos episodios.

¿La patrulla separada?

La misión en 1965 solo estuvo cubierta por Irene y Pacino. Ahora bien, ¿es esto un indicio de que la patrulla formada por Pacino, Alonso y Lola (o Amelia) se ha separado? El regreso de Julián provoca que Salvador vaya a convocar a todos. Precisamente, uno de los retos de esta próxima temporada será el incluir a todos los agentes, cinco en total, más las manos derechas de Salvador, dos. Muchos personajes que obligarán a dividirlos en las misiones.

¿Volverá el hijo de Ernesto?

Entre las escenas de la precuela aparecen varias de Ernesto viendo su hijo Javier (Carlos Cuevas), que utiliza el nombre de Nexus 6 como youtuber. Comenta que se han visto bastante hasta hace poco y que está notando cómo va distanciándose de él. En estos 10 minutos de trama, cada escena cuenta, y no es casualidad que se haga esta referencia. ¿Significará eso que Carlos Cuevas regresará a la ficción? El actor no aparece en un episodio de 'El ministerio del tiempo' desde la segunda temporada.

El Ministerio se moderniza

La mudanza del Ministerio incluye un ascensor, un detalle que era imposible que pasase desapercibido, especialmente porque las escaleras que daban a las puertas eran ya icónicas. ¿Significa eso que ya las escaleras ya no estarán?

Por otro lado, parece que en este nuevo edificio no habrá cafetería, algo que comenta Angustias. ¿Será temporal porque aún no se ha instalado con la mudanza o es que, realmente, no habrá cafetería?