El episodio final de la tercera temporada de ‘Stranger Things’ cambió por completo el rumbo de la serie, no solo por la supuesta muerte de uno de los protagonistas, sino también porque algunos de los jóvenes héroes terminaron abandonando la ciudad de Hawkins, Indiana. Un giro inesperado que no gustó a algunos fans ni tampoco a Millie Bobby Brown, quien da vida a Eleven, y recientemente manifestó su descontento.

"¡Estaba enfadada!", reveló la joven estrella a Elle sobre el final de la temporada. "Leí el guión y pensé, '¿Qué, cómo es esto posible? ¿Por qué se están yendo?'", se preguntó la actriz, que esgrimió que "Joyce dijo que quería irse de Hawkins", pero no imaginó que lo harían el resto de personajes.

Para Brown suponía un reto rodar una secuencia de despedida, ya que "no lloramos uno frente al otro muy a menudo. Por lo general, yo soy la que llora en cada escena y los niños tienen que lidiar conmigo escuchando música", explicó.

Para meterse en situación, uno de los protagonistas, que la actriz no recuerda si fue Sadie Sink o Gaten Matarazzo, propuso imaginar "que Stranger Things había acabado" y todos los jóvenes actores tenían que despedirse en la vida real. "Y todos comenzamos a llorar y dijeron acción. Y eso fue todo. Todos empezamos a decirnos adiós. Fue demasiado real", contó Brown.

Stranger Things es uno de los títulos emblemáticos de Netflix y, lejos de cumplirse los rumores sobre la cancelación, la ficción fue recientemente renovada por una cuarta temporada. Una nueva entrega que, tal como ha anunciado el primer y misterioso teaser, irá más allá de la ciudad de Hawkins. Los creadores Matt y Ross Duffer han desvelado que Stranger Things fue concebida como una ficción de cinco temporadas, aunque algunos fans se han mostrado conformes con la idea de poner punto final a la serie tras la cuarta entrega, ya que consideran difícil mantener el tono de la trama ahora que los niños protagonistas han crecido.