Los superhéroes no están pasados de moda, ni a punto de tocar fondo. Únicamente hay que encontrar qué historia se debe contar. Si en lo cinematográfico estos personajes triunfan con aventuras de justicia, poderes increíbles y la eterna lucha del bien contra el mal (Marvel es la que lidera la contienda), las plataformas en streaming han sabido encontrar su nicho en relatos independientes cargados de acción, violencia y entretenimiento.

Hace unos meses, Netflix sorprendió con su adaptación del cómic "Umbrella Academy", donde un grupo de jóvenes con poderes debía unirse contra su voluntad para impedir el fin del mundo. Ahora ha sido Amazon Video la que no ha dejado indiferente a nadie con el estreno de "The Boys", la ficción basada en la novela gráfica homónima de Garth Ennis.

La serie se ubica en un mundo en el que los superhéroes existen y forman parte de una gran multinacional que los promociona, los une y les distribuye las misiones. Su fama lo es todo para ellos, lo que propicia que estos enmascarados vivan como celebridades con un nivel de lujo que solo es comparable con su ego. El principal grupo de superhéroes lo forman "Los 7", una suerte de "Liga de la Justicia" en la que destacan Patriota (Antony Starr), un Superman prácticamente indestructible; Reina Maeve (Dominique McElligott), una guerrera similar a Wonder Woman, o A-Train (Jessie T. Usher), una especie de Flash enganchado a una poderosa droga.

"The Boys" arranca con un grotesco accidente que no puede salir a la luz dado que estropearía la reputación del equipo. Es ahí donde entran "Los Chicos", un aguerrido grupo de ex agentes especiales liderados por Carnicero (al que da vida un sobresaliente Karl Urban) cuyo objetivo es acabar con la autoridad y el poder de estos superhéroes descontrolados. Sus ocho capítulos suponen un cóctel de sangre, vísceras y escenas que atrapan al espectador desde los primeros compases del episodio piloto. El romanticismo de los justicieros enmascarados queda desplazado a momentos incómodos y cargados de tensión en los que el heroísmo no es más que una excusa para seguir acumulando poder (mención especial al momento del rescate de un avión de pasajeros secuestrado por terroristas).

La serie funciona gracias a un elenco de personajes principales y secundarios que esconden historias truculentas capaz de hacer llorar al recto y noble Capitán América. Y es que "The Boys" no deja de ser una feroz crítica a la sociedad actual, en general, y al mundo del espectáculo, en particular. El acoso sexual de un superior a una subordinada solo por mantener su empleo o el ansia de poder de una ejecutiva que quiere controlar la empresa son solo algunos de los compases que forman una trama donde los golpes y la sangre son el plato fuerte. Por ello, no hay que confundirse, esta serie no es una comedia de acción, sino una violenta gamberrada capaz de dejar al espectador clavado en la butaca.

El éxito de su primera temporada ha propiciado que sus productores, Seth Rogen y Eric Kripke, hayan anunciado una segunda entrega.