La octava temporada de ´The Walking Dead´ ha finalizado con el esperado desenlace de la Guerra Total. Una dura batalla que planteaba varios interrogantes: ¿Quién morirá? ¿Cumplirá Rick su promesa de abandonar la violencia? Aunque el final ha resuelto estas y otras cuestiones clave, el último episodio ha sido más emotivo que épico.

En el Santuario, Eugene muestra a Negan su trabajo: ya tiene preparadas las balas para el enfrentamiento final. Dwight, brutalmente golpeado después de que Negan descubriera su traición, ha sido condenado a realizar los trabajos más duros del Santuario. De camino a la última batalla, Negan explica a Eugene y Gabriel su plan: ha colocado un grupo de Salvadores como trampa. Una vez que los de Rick hayan acabado con ese grupo, bajarán la guardia y entonces atacarán. Gabriel aprovecha un despiste para escapar del coche en movimiento. Sin embargo, Eugene y Laura lo capturan.

Ya en el campo de batalla, Negan anuncia su presencia silbando a través de un megáfono. El villano le dice a Rick que tiene con él a Eugene, a Dwight, quien lo ha traicionado, y a Gabriel, que morirá. Negan cuenta hasta tres y los Salvadores aparecen armados. Pero al disparar, ellos mismos resultan heridos: Eugene ha manipulado la munición.

Mientras tanto en Hilltop, el grupo de Tara se adentra en el bosque. Se esconden para esperar a los Salvadores pero antes de atacar, unas explosiones acaban con sus enemigos. Aaron ha llegado con algunos miembros de Oceanside, quienes están lanzando explosivos caseros.

Los Salvadores intentar matar a Eugene, pero Rosita lo salva. Dwight trata de atacar a Negan, quien consigue escapar. Los de Negan dejan sus armas y se rinden. El villano está escondido tras un árbol, Rick le ve y le dispara. Se queda sin munición, así que le ataca con sus propias manos. En plena pelea, Negan confiesa que no quería matar a Rick delante de su hijo. Rick le clava en el cuello un trozo de vidrio y Negan queda inmovilizado.

A pesar de todo, Rick recuerda el deseo de Carl de abandonar la violencia, así que lanza un mensaje a los Salvadores que se comprometan a no volver a la violencia si quieren que perdone la vida de Negan. Maggie entra en cólera, recordando la muerte de Glenn y la necesidad de venganza, pero Rick repite la frase de Carl: "Tiene que haber algo más después". Les da un ultimátum a sus enemigos: trabajar juntos o atenerse a las consecuencias.

La guerra ha terminado. Alden se une a Hilltop con el permiso de Maggie. Daryl lleva a Dwight al bosque, le da las llaves de una furgoneta y le dice que se vaya lejos de allí.

En Hilltop, Maggie no está de acuerdo con la decisión de dejar con vida a Negan y habla con Jesus y Daryl. Entre todos acuerdan que esperarán a que Hilltop se reconstruya y después le mostrarán a Rick lo equivocado que estaba. Rick y Michonne van a la enfermería a visitar a Negan, quien se recupera de las heridas de a batalla, para decirle que vivirá en una celda y será testigo del nuevo mundo que van a construir. El episodio acaba con una imagen de Rick junto a Carl antes del Apocalipsis zombie mientras lee la carta que le dejó antes de morir.