Los planes de España y Portugal para realizar nuevas captaciones en el estuario del Guadiana amenazan con desatar una nueva “guerra del agua”. A un lado, WWF ya ha alertado del peligro que supondría alimentar los nuevos regadíos de Huelva y el Algarve en detrimento de los caudales ecológicos del río. Al otro, las comunidades de regantes defienden los aprovechamientos, al considerarlos una solución “lógica y sensata” ante la situación de crisis que padece la región transfronteriza hispano-lusa.

WWF España y ANP/WWF Portugal han alertado de que ambas naciones están planteando nuevas captaciones en el tramo bajo del río Guadiana “sin contar con el acuerdo formal entre los dos países, obviando el acuerdo internacional vigente para la gestión de las aguas transfronterizas (Convenio de Albufeira) y al margen de la obligación de cumplir con el buen estado del estuario del Guadiana, de acuerdo con la Directiva Marco del Agua”.

Las organizaciones ecologistas achacan la decisión a las “presiones” existentes por la fuerte expansión de las zonas de regadío intensivo a ambos lados de la frontera entre los dos países, particularmente por los cultivos en invernaderos de fresas y frutos rojos, y por las plantaciones de aguacates y cítricos en la región portuguesa del Algarve y en la provincia de Huelva.

En el caso de Portugal, la nueva captación ha sido incluida en el Plan Regional de Eficiencia Hídrica de la Región del Algarve (PREHA por sus siglas en portugués), con una inversión prevista de 55 millones de euros hasta 2025 y el objetivo de aumentar la oferta de recursos hídricos para el Sotavento algarvio (zona oriental del Algarve).

La captación se sitúa junto a la estación de Pomarão, en el concejo de Mértola, dónde el río Guadiana vuelve a hacer frontera con España hasta su desembocadura en Ayamonte. El agua captada será conducida hasta el embalse de Odeleite, según WWF, “para abastecer las demandas urbanas, turísticas y, sobre todo, las agrícolas para esta parte de la región portuguesa”.

En el caso de España, la intención es consolidar y aumentar el uso de la captación de Bocachanza, aguas abajo de la presa del Chanza, en su confluencia con el río Guadiana, muy cercana a la nueva toma portuguesa en Pomarão.

Las autoridades de cuenca españolas planean un segundo bombeo para reforzar la toma actual, que mueve una media de 30 hectómetros cúbicos desde el Guadiana hacia el embalse del Piedras, y que puede alcanzar un máximo de 75 hectómetros cúbicos en situaciones excepcionales. La idea es distribuir el agua por toda la provincia de Huelva.

Tanto España como Portugal se proponen acometer las nuevas infraestructuras con el apoyo de los Fondos Europeos de Recuperación, vulnerando “claramente”, en opinión de WWF España y ANP/WWF Portugal,“los principios de sostenibilidad y mejora ambiental que persiguen dichas inversiones europeas”.

Los ecologistas resaltan que la captación de Bocachanza fue acordada con Portugal para ser utilizada solo para hacer frente a situaciones excepcionales de sequía, y únicamente hasta la entrada en funcionamiento del embalse del Andévalo (Huelva).

Además, esta gestión de las aguas transfronterizas del Guadiana no fue acordada formalmente entre España y Portugal al amparo del Convenio de Albufeira. Consecuencia de la “falta de gobernanza sistemática” y la “nefasta gestión del agua entre ambos países” es que el tramo final del Guadiana transfronterizo es “el único que no tiene definido un régimen de caudales ecológicos semanales, trimestrales y anuales acordados en el marco del Convenio de Albufeira”, denuncian los conservacionistas.

“En este contexto de falta de legalidad y de política de hechos consumados, denunciamos la gravedad de los planes de ambos países para aumentar las extracciones en el estuario del Guadiana, sin haber acordado sobre la base de la legalidad vigente las captaciones actuales, ni haber establecido los caudales necesarios y disponibles para asegurar la conservación y el buen estado de las masas de agua de transición del Guadiana y de las que ambos países son responsables”, señalan WWF España y ANP/WWF Portugal.

La prioridad debe ser, añaden, “la protección y mejora de los ríos, humedales y acuíferos de las regiones del Algarve y de Huelva y los ecosistemas que dependen de ellas”, y compatibilizarlas “con el desarrollo económico de esta región transfronteriza”.

Los regantes apoyan el plan

Estas denuncias ya han tenido respuesta por parte de la Asociación de Comunidades de Regantes de Huelva (Corehu), que ha defendido el aprovechamiento de las aguas del estuario del Guadiana como una decisión «lógica y muy sensata ante la situación de crisis que soporta la región transfronteriza hispano-lusa».

«No se trata de reponer agua únicamente por sequía, como por ignorancia de la realidad en esta región transfronteriza de España y Portugal se suele insistir por quienes no tienen en cuenta los objetivos de los acuerdos hispano-lusos en materia de agua en ríos internacionales anteriores al año 2000. En ellos queda claro que se trata de atender también las situaciones de escasez en la región transfronteriza», señala el presidente de Corehu, Juan Antonio Millán.

Corehu sí admite que España y Portugal deben resolver este asunto mediante el diálogo bilateral en el marco del Convenio de Albufeira. Reclama consensuar el caudal del Guadiana por Pomarao y ya ha lanzado una propuesta: un mínimo de 3,5 metros cúbicos por segundo, cantidad que, a su juicio, cubriría “los requerimientos ambientales, las demandas de agua dulce en la región transfronteriza para épocas de escasez de lluvias y sequía, al objeto de satisfacer las demandas urbanas, de agua de boca para agricultura, turismo, industria, etcétera”.

El colectivo de regantes cree que sería «necesario y más útil» aprovechar el agua dulce del Guadiana y el Chanza antes de que se salinice (ocurre entre Pomarao y Ayamonte), ya que una vez que esto sucede, para aprovecharla hay que desalarla, lo que requiere consumo de energía, que es «cara y genera contaminación ambiental».

¿Cuál es el interés ecológico del estuario del Guadiana?

-Es una zona de contacto entre el medio marino y fluvial y, entre el medio terrestre y acuático.

-Constituye un medio muy dinámico con influencia fluvial y marina, sometido a los flujos y reflujos de las mareas, corrientes marinas, oleaje y acción del viento.

-Contiene diversidad de hábitats con diferentes propiedades físicas, naturales y dinámicas.

-Existe alta diversidad de especies debido a la coexistencia de variedades adaptadas tanto a medios terrestres y acuáticos como a medios salinos, salobres y dulces.

-Es soporte de numerosas poblaciones de aves acuáticas, sedentarias o migradoras, que utilizan el estuario como lugar de alimentación, nidificación o descanso. Su interés se acentúa por su proximidad a la Reserva Natural de Castro Marim y al Paraje Natural de las marismas de Isla Cristina.

-Presenta elevada productividad primaria debido a sus características de escasa profundidad, buena iluminación, circulación continua en sentido vertical del agua que ofrece la posibilidad de asimilación de nutrientes a los organismos vegetales.

-Ejerce un papel relevante como lugar de alimentación y refugio de los organismos marinos, en alguna fase de su ciclo biológico, que constituyen los recursos piscícolas y marisqueros de la faja litoral del Golfo de Cádiz.

-Su riqueza biológica favorece el desarrollo de importantes actividades económicas: pesca, marisqueo, acuicultura, salinas y turismo.