El vientre es una de las zonas más complejas a la hora de eliminar la grasa localizada y conseguir un abdomen plano es una ardua tarea que requiere un esfuerzo transversal.

Eliminar la barriga no es cuestión de hacer dieta solamente, ni tampoco ejercicio físico, ni hay tratamientos infalibles que consigan el objetivo sin esfuerzo, lo más recomendable es una combinación eficaz de las tres disciplinas priorizando la alimentación sobre las demás: si no se come correctamente nunca se conseguirán los resultados deseados.

Lo idóneo es que un nutricionista o un entrenador personal acompañen a la persona en el proceso de adelgazamiento, perder peso es una cuestión de hábitos y no tiene una fórmula exacta sino que consiste en adecuar el mejor método al estilo de vida de la persona.

Entrar en déficit calórico

Quemar más energía que la que se consume Pexels

Es importante saber que no es posible perder grasa en una zona localizada, el adelgazamiento repercute en todo el cuerpo.

La primera regla para conseguir adelgazar es gastar más calorías de las se consumen.

Conviene reducir las raciones de comida aunque se empiece a hacer ejercicio y el cuerpo demande más energía de la habitual. Es importante elegir los alimentos, éstos tienen que aportar los nutrientes necesarios para evitar que la falta de comida tenga un impacto negativo en el organismo.

Elegir los alimentos

La alimentación debe ser nutritiva Pexels

La dieta debe ser equilibrada y estar basada en comida fresca y, a poder ser, local. De esta forma se evitan los utraprocesados, la comida rápida y envasada, que suele incluir una gran cantidad de azúcares añadidos.

Es importante que la comida que ingerimos complemente a actividad física.

Deporte

Perder tripa es el resultado de una buen dieta y una rutina adecuada Pexels

Practicar ejercicios que quemen mucha energía es idóneo para perder peso y quemar grasa. Los entrenamientos de alta intensidad como el spinning o el HIIT son muy recomendables para perder grasa y tonificar músculo.

La frecuencia: entre tres o cuatro días semana.

Descanso

Sin un descanso apropiado no se conseguirán los objetivos Pexels

El cansancio es el mayor enemigo de las dietas y de las rutinas. Es un error no darle la prioridad que merece, cuando no se duerme bien las decisiones son compulsivas, viscerales, y erróneas.

Es uno de los principales motivos, junto con el hambre, que llevan a abandonar la dieta y sucumbir a la tentación de los atracones porque las hormonas que regulan el apetito se alteran.

Un buen descanso favorecerá un correcto equilibrio hormonal, junto con la alimentación que nos permitirá ver con mayor rapidez los resultados del entrenamiento.

Cambiar los entrenamientos

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El cuerpo se acostumbra a los ejercicios y a la intensidad de estos, por lo que hay que variarlos con una cierta frecuencia, o al menos incrementar su intensidad.