Acabar con la temporalidad, o al menos, reducirla todo lo posible, va a depender del tamaño de la empresa que no podrá superar el 8 por ciento. En el caso de empresas de 500 trabajadores o más, el tope será de 30 trabajadores o el 4 por ciento de la plantilla. El Gobierno propone crear un nuevo contrato temporal de una duración máxima de tres meses para actividades puntuales, para cubrir picos de producción como rebajas o Navidad en el comercio. El trabajador temporal que lleve más de cinco meses contratado deberá convertirse en fijo. Pedro Sánchez pone en valor esta reforma laboral y recalca que el Ejecutivo apela al diálogo. Mañana nueva reunión con los agentes sociales. Sobre la mesa, los ERTE permanentes, la prórroga automática de los convenios aunque hayan caducado y acabar con la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial.