La borrasca Dora que ha dejado en Galicia fuertes vientos, mala mar y nieve, con precipitaciones de lluvia y granizo localmente fuertes y persistentes en la práctica totalidad del Cantábrico, ha motivado el amarre de la totalidad de la flota pesquera en el litoral de la Comunidad Autónoma. Al mismo tiempo, más de la mitad de la flota comunitaria gallega o propiedad de armadores gallegos que faena en aguas de Irlanda ha buscado refugio en la bahía de Bantry, al suroeste de la isla, a la espera de que el tiempo mejore.