Los pescadores no salían de su asombro, tampoco los biólogos que participaron en su liberación. Nunca antes habían visto un pez luna de tales dimensiones, un ejemplar de tamaño tan monstruoso que hasta la báscula se quedó corta. Pesaba más de 1.000 kilos. Apareció atrapado en las redes y fue devuelto al mar tras ser analizado por los científicos.