La vida de la pareja de cigüeñas Auria y Ramón, pero sobre todo las de sus recién nacidos, corre peligro si su hogar sigue soportando los bruscos movimientos de la grúa donde está ubicado el nido. Las aves lo crearon en el contrapeso de la máquina que trabaja en la reconstrucción del Museo Arqueológico Provincial de la capital ourensana. Según denuncian las asociaciones Amigos das Cegoñas y Ecologistas en Acción, la constructora Copasa había acordado con ellos ralentizar las labores de la grúa, pero no está cumpliendo. Advierten que la grúa se está manejando a la máxima velocidad posible y, segun aseguran, alguna cría puede salir despedida en cualquier momento ante esta actividad frenética.