Ríos, piscinas, géiseres, cascadas, saltos de agua, fuentes interiores... Es un mínimo resumen metafórico de la cantidad de fenómenos que creó el tremendo aguacero que asoló las calles, carreteras y edificios de Ourense en la tarde de este miércoles. Las predicciones meteorológicas se cumplieron, aunque con varias horas de retraso. Esta vez no concurrieron los agravantes de viento y granizo del “reventón” atmosférico del pasado domingo, pero dejaron un gran número de incidencias a lo largo y ancho de la ciudad.