La Guardia Civil de Ourense, con el apoyo de perros adiestrados de la unidad cinológica, encontró un pie en la huerta anexa a la casa de la mujer en la aldea de San Benito de Rabiño, en la localidad ourensana de Cortegada. Ella, presente en los registros de los investigadores y con una actitud colaboradora, aunque cubierta con un impermeable para ocultar su rostro por la presencia de los medios gráficos, marcó el lugar en el que estaba los restos del hombre de 50 años que ella asegura, se encontró muerto en casa. Los investigadores creen que lo descuartizó y trabajan sobre la hipótesis de un posible crimen.