Ana Belén es una de las enfermeras que trabaja en la unidad de cuidados intensivos y reanimación del hospital de Ourense. Sanitarias como ella son, en esas situaciones, el único contacto humano de consuelo. Lo fue para Ignacio, de 72 años, al que que animaba en todo momento para continuar con su lucha. Le transmitió su medio a morir, pero finalmente logró mejorar y fue llevado a planta. Allí recibió la visita de su ángel de la guarda.