El PP enarbola con orgullo la bandera de la Lei do Litoral

Los conservadores escenifican en Cambados, Viveiro y Malpica su “firme defensa” de la ordenación de la costa

Muestran su satisfacción tras recibir el respaldo del Tribunal Constitucional

 La nueva legislación determinará el futuro de Galicia

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El sector mar-industria decía estar amenazado de muerte, ante la posibilidad de perder muchas de sus empresas por estar situadas en la costa, con lo que esto arrastraría de pérdidas económicas y destrucción de empleo. Frente a lo cual, muchos apostaron por la Lei do Litoral de Galicia, ya que se antojaba la única vía posible para garantizar el futuro de la pesca, el marisqueo y la acuicultura.

El PSOE no lo veía claro y el Gobierno central presentó un recurso para paralizarla, de ahí que la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, que ha bendecido esa ley, lleve a la Xunta y a todo el PP a sacar pecho, desde el convencimiento de que han logrado una victoria que las gentes del mar agradecerán y sabrán aprovechar.

Viveiro, Malpica y Cambados

De ahí que los conservadores decidieran movilizarse y muchos de sus pesos pesados se reunieran esta mañana en Viveiro, Malpica y Cambados para escenificar su felicidad tras la consecución de ese fallo judicial que, a la postre, viene a ratificar los argumentos manejados por el presidente Alfonso Rueda y sus conselleiros.

El conselleiro de Mar acudió a la cita del PP en Viveiro.

El conselleiro de Mar acudió a la cita del PP en Viveiro. / FdV

Así que, mi cortos ni perezosos, los representantes del PP posaron al lado del mar, aplaudieron, mostraron su alegría y leyeron un manifiesto en el que dejaron claro que “Galicia no se entiende sin su costa”.

Un litoral “rico” en materia medioambiental, “excepcional” en lo paisajístico y merecedor de “una especial protección”.

Pero también una costa de 2.500 kilómetros en la que se cree preciso mantener una riqueza socioeconómica que genera 40.000 puestos de trabajo y 9.000 millones de euros que equivalen a casi un 5% del PIB gallego.

Estatuto de Autonomía

Esos son los argumentos que ayer volvió a airear el PP para enarbolar la bandera del Estatuto de Autonomía y destacar las decisiones del Consello Consultivo y el Tribunal Constitucional avalando “una nueva Lei do Litoral hecha por y para Galicia, que apuesta por una gestión integrada desde una triple perspectiva: ambiental, social y económica”.

Lo que quisieron los conservadores, de paso, fue presentarse como valedores de una gestión sostenible de nuestra costa, por lo que ahora, “después del tiempo perdido a causa del Gobierno de España”, lo que toca es “ponerse a trabajar” para “gestionar nuestro litoral aportando seguridad jurídica a las empresas y la ciudadanía”.

Discriminación

Lo plantean así tras cuestionar al ejecutivo central “por la diferencia de trato a Galicia con respecto a otras comunidades, como Cataluña, Baleares y País Vasco, con las que sí dialogó”.

Dicho lo cual, el PP remarca que la Lei do Litoral “no es una declaración de independencia”, como algunos quisieron hacer ver, sino que se trata de una oportunidad “vital y plenamente constitucional” con la que trazar una hoja de ruta hacia el futuro y que BNG y PSOE “dejaron pasar por intereses políticos”.

Los conservadores durante la lectura del manifiesto en Malpica.

Los conservadores durante la lectura del manifiesto en Malpica. / FdV

Villas marineras

Esta Lei do Litoral es, también, una herramienta con la que garantizar el desarrollo sostenible de las villas que viven del mar, apostando así por una “explotación sostenible y equilibrada de los recursos”, basada siempre en “criterios ambientales, económicos y sociales” que, a su vez, se ajusten a los preceptos establecidos por la UE.

En definitiva, que los dirigentes del PP reunidos esta mañana en villas donde el sector mar-industria tiene un indudable peso, como sucede en Cambados, apuestan por la nueva ley “en beneficio de Galicia y de su futuro”.

De ahí que exijan a Pedro Sánchez o a quien lo sustituya, si es que finalmente decide dimitir, que efectúen el “traspaso inmediato de medios materiales y humanos para que la Xunta pueda otorgar las concesiones en el dominio público marítimo-terrestre” y así “lograr que Galicia empiece a gestionar su costa sin obstáculos”.