La actividad en los bancos marisqueros regresa el próximo lunes. La asociación Rañeiros da Ría, que gestiona la explotación de Os Lombos, Cabío y Bohído, ha decidido regresar al trabajo tras dos semanas de descanso, en las que se pretendía evitar una situación de sobreexplotación, especialmente en la última de estas zonas.
El regreso a las zonas de libre marisqueo va a incluir pocas novedades, ya que la actividad se desarrollará de lunes a jueves y los topes serán muy similares a los que existían antes de que se cerrase su explotación el pasado 15 de enero.
Topes
Las embarcaciones que acudan a Os Lombos podrán capturar cinco kilogramos de japónica y berberecho y uno de babosa y fina.
En O Bohído, los tripulantes podrán extraer 10 kilogramos de relojito; tres de almeja babosa; dos de carneiro, japónica y picuda; uno de berberecho y rubia; y medio kilo de fina.
Por último, en la zona de Cabío, se podrán extraer 15 kilogramos de rubia, diez de relojito, dos de babosa y carneiro, uno de berberecho y medio de fina.
El patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, reconoce que las preocupaciones son muy similares a las que tenía el sector cuando arrancó la campaña: sobreexplotación de los bancos marisqueros y precio en las lonjas del recurso.
Para el primero de estos problemas “decidimos hacer este parón de quince días, para evitar que algunas de las áreas que gestionamos sufriesen un severo castigo” en una época en la que el recurso se cotiza a precios muy bajos.
“Decidimos hacer este parón de quince días, para evitar que algunas de las áreas que gestionamos sufriesen un severo castigo”
La segunda de las problemáticas es el precio que alcanzará el recurso en los próximos días. Eso, reconoce Millán, “es una gran incógnita, es cierto que el marisco que están comercializando las mariscadoras a pie tiene un precio bajo pero similar al que se registra en esta época del año, pero ahora nos vamos a encontrar con la restauración cerrada y eso puede afectarnos mucho al no tener los compradores un destino para el recurso”.
No en vano, gran parte de la producción de marisco acaba en los restaurantes y sus sucesivos cierres en el último año han influido de forma muy negativa en las ventas.
La campaña actual de libre marisqueo está ofreciendo unos resultados pésimos, sobre todo en capturas.
Entre su apertura en el mes de octubre y el cierre decretado el pasado día 15, tan solo se han retirado de la arena 94 toneladas de bivalvos, muy lejos de las 300 que podían recogerse durante el mismo período en otras campañas.
Desunión
El sector tampoco está unido en la gestión de estos espacios. De hecho, tras darse a conocer la decisión de Rañeiros de paralizar la extracción en los bancos que gestiona, ocho cofradías (Carril, Rianxo, Cabo da Cruz, Aguiño, A Pobra, Palmeira, Vilaxoán y Ribeira) pidieron abiertamente a Mar que retirase las competencias a la asociación al considerar que el plan de explotación que elaboraron desde Rañeiros no funciona.
Sin embargo, la asociación, en la que están integradas las cuatro cofradías con mayor número de mariscadores (A Illa, O Grove, Cambados y Vilanova) tiene esa gestión hasta 2023.
