El precio del alquiler en Vigo ya supera al de capitales europeas como Viena o Budapest

La media del metro cuadrado de las ofertas de los portales inmobiliarios roza los 11,30 euros

En Austria, con salarios que duplican los de España, hay una importante apuesta por la vivienda social, escasa en la urbe olívica

Una mujer mira el escaparate de una inmboliaria en Vigo.

Una mujer mira el escaparate de una inmboliaria en Vigo. / Alba Villar

La oferta de pisos en alquiler en Vigo es cada vez más baja y el precio, cada vez más alto. En el portal web Idealista, uno de los más utilizados para encontrar una vivienda en arrendamiento o venta, solo había ayer a mediodía 380 ofertas a 11,29 euros el metro cuadrado de media. Lo más barato: un estudio de 35 metros cuadrados en un segundo sin ascensor por 350 euros al mes, ubicado en Coia y sin calefacción. Basta con bucear unos minutos por las páginas webs de anuncios inmobiliarios para percibir que la ciudad más poblada de Galicia tiene un problema importante en este sentido, pero se entiende mejor si alejamos la lupa del mapa.

El escenario que vive la ciudad se entiende mejor con una comparación. Según Idealista, el precio medio del metro cuadrado de alquiler en marzo, último mes del que hay datos definitivos, ascendió a 9,8 euros. Esta cantidad es mayor que la cifra que registraron en 2023 hasta cinco capitales europeas, según un informe sobre mercados inmobiliarios elaborado por la afamada consultora Deloitte dado a conocer recientemente por el medio digital Xataka. Son Budapest (Hungría), donde se reclamaron 9,6 euros; Riga (Letonia), con una renta media de 9,5 euros; Viena (Austria), 9,5 euros; Bucarest (Rumanía), 8,1 euros; y Sofía (Bulgaria), 4,6 euros.

Llama la atención especialmente Viena. En el país austríaco, los salarios –cerca de 50.000 euros anuales– prácticamente duplican los de España, según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) –en Bulgaria, Rumanía y Hungría están en menos de la mitad y, en Letonia, un 50% por debajo–. Su receta tiene nombre propio: el modelo vienés, una referencia a nivel internacional en el desarrollo de soluciones para facilitar el acceso a un hogar. La piedra angular la componen aproximadamente 220.000 pisos municipales y unas 200.000 viviendas sociales, según recoge la página web oficial del ayuntamiento, en cuya presentación ya se muestra una declaración de intenciones cristalina: “El derecho a la vivienda es un derecho humano (artículos 16 y 31 de la Carta Social Europea)”.

También aparece en la Constitución Española este derecho, concretamente, en su artículo 47, al igual que en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 25. En Vigo, sin embargo, las cifras nada tienen que ver con esta realidad. El Rexistro Único de Demandantes de Galicia, con datos que se incrementan cada semana, recoge más de 5.700 solicitudes de vivienda protegida, y no son más porque, hace semanas, la Consellería dio de baja a todas aquellas personas que continuaban inscritas en el registro al haber caducado su inscripción y no haberla renovado a tiempo.

Es la consecuencia de haber construido muy poca vivienda protegida en Vigo en los últimos años, un reflejo de que las administraciones públicas no han considerado prioritaria esta cuestión. Las cifras lo relevan: según los datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, en 2023, solo se registraron 18 operaciones de compraventa de casas y pisos protegidos. Es la cifra más baja de toda la serie histórica –excepto 2020, año atípico debido a las restricciones marcadas por la pandemia del COVID, cuando se firmaron 11 operaciones–, con estadísticas desde 2004. Muy lejano queda el récord, anotado en 2010, con 452 transacciones de vivienda protegida, 25 veces más que las completadas en 2023. Otra comparación que preocupa: la suma de las operaciones de este tipo efectuadas en los últimos 11 años –desde 2013 hasta 2023– ofrece un resultado similar al dato de 2010.

Las competencias en materia de vivienda social las tiene la Xunta de Galicia. Es la responsable del desarrollo de San Paio de Navia –a través del Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS)–, con unas 1.600 viviendas de promoción pública, proyecto por el que espera la ciudad desde hace más de una década. La administración de San Caetano también pone su firma en intervenciones de recuperación de propiedades del Casco Vello –por medio del Consorcio Casco Vello de Vigo, más de 100 en los últimos años– para ensanchar el parque público, en la construcción de bloques residenciales –Canicouva o Ignacio Grobas, que suman más de medio centenar de pisos– o en la compra de activos de este tipo a la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria) o la banca.

En todo caso, estas competencias también las pueden asumir otras entidades públicas para llevar a cabo actuaciones concretas. El Concello tiene lanzados dos proyectos para la promoción municipal de viviendas en alquiler. Uno de ellos se ejecutará en Barreiro: una edificación dotacional y 40 pisos de protección pública de tres habitaciones en la parcela sobre la que, antaño, se levantaba el cuartel militar, derribado hace más de dos decenios. El otro se hará realidad en Esturáns: un bloque de nueve plantas con 27 viviendas de una y dos habitaciones, 39 plazas de aparcamiento y trasteros. Otro ejemplo: el Gobierno central dotará de 2,7 millones con cargo a los fondos europeos Next Generation EU al Ayuntamiento para financiar la construcción de 58 viviendas de alquiler a precios asequibles en Navia.

El nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que se prevé aprobar de forma definitiva este año –hay dos informes del Estado pendientes–, dispondrá suelo para la construcción de casi 51.500 viviendas, de las que cerca de 14.400 se prevé que estén sometidas a algún tipo de protección. Expertos en materia inmobiliaria vaticinan que el aumento de la oferta y la exigencia a todos los ámbitos de nueva urbanización o reforma interior del 30% de vivienda protegida contribuirán a bajar los precios de arrendamiento y compraventa.

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