Ana Peleteiro se encuentra en su mejor momento y así quiere hacérselo saber a sus seguidores. Aunque hace tan solo unas semanas que hacía oficial la ruptura con su pareja, la atleta dice estar "demasiado feliz". El fin de semana pasado contaba en sus redes lo mucho que había disfrutado de un fin de semana celebrando el bautizo de su ahijada Olympia, la hija de su amigo y compañero Ray Zapata. Aprovechó también esos días para ver a algunos amigos, entre los que se encontraban rostros conocidos como el influencer gallego Michenlo o Alba Diaz, la hija de Vicky Martín Berrocal y el Cordobés. Terminaba el mensaje indicado que el próximo fin de semana será increíble otra vez, ya que contaría con la visita de tres personas muy importantes para ella. El mensaje no rebelaba la identidad de sus visitantes pero ya hemos descubierto quienes son.
Peleteiro ha recibido la visita de la pareja más duradera de 'La isla de las tentaciones'. Hugo y Lara se encuentran en Madrid junto al humorista gallego Xurxo Carreño y han aprovechado para ver su amiga. A ellos se ha unido también la viguesa Rebeca Stone, la tercera persona que la medallista olímpica esperaba con ganas. Todos juntos han disfrutado de una cena en un conocido restaurante de Madrid en compañía de otros rostros conocidos de las redes.
La atleta ha forjado una amistad muy estrecha con los gallegos y siempre que pueden se juntan. Ana Peleteiro no se pierde una pero eso no le impide estar al pie del cañón en cada uno de sus entrenamientos.
Influencer del momento
Además de usar las redes para enseñar su día a día con amigos y sus entrenamientos, Ana Peleteiro se ha convertido en todo un icono de la moda. Comparte a diario fotografías de sus looks y hubo uno que nos ha dejado atónitos por el precio. La medallista lucía una blazer y unos jeans de Zara, hasta ahí todo normal pero, ha completado su outfit con unos complementos que no están al alcance de cualquiera: un bolso de Dior que cuesta la friolera de 2.900 euros y unas zapatillas Adidas cuyo precio supera los 100 euros. Parece que Ana ha querido darse otro capricho unos meses después de hacerse con el coche de sus sueños, un Land Rover Evoque, que puede llegar a costar hasta 80.000 euros.
