La naturaleza juega un papel fundamental en la identidad de la comarca de Beade y los cerezos tienen en su paisaje, un lugar de excepción. El cultivo de la ‘cereixa’ en la parroquia viene de muy antiguo. En otra época estos árboles fueron desapareciendo, bien porque se secaron o porque se cortaron para elaborar muebles, sin llevar a cabo posteriores campañas de repoblación. Sin embargo, en las últimas décadas esta situación ha cambiado, intensificándose los cultivos.

A finales de la década de los setenta, los campos de la parroquia de San Esteban de Beade estaban poblados de ‘cerdeiras’, casi todas las familias tenían varios ejemplares en su terreno y vendían la fruta obtenida en las plazas. La popularidad de este producto se vio acrecentada desde 1986, cuando la Asociación de vecinos de Beade organizó la primera edición de la ‘Festa da Cereixa’. Se celebra el primer fin de semana de junio en las instalaciones de la entidad y en la actualidad, es una de las citas más concurridas de la zona.

Otro punto de encuentro en Beade es el atrio de la iglesia, donde se congregan diariamente vecinos de los alrededores para pasear por la alameda, acondicionada recientemente, o acudir a la iglesia. Precisamente, de esta construcción se obtuvo la primera referencia escrita de la parroquia en una serie de documentos que datan de 1160 y hacen mención a la iglesia de ‘Beati’ –del latín Beatus, feliz–. En el siglo XVIII se convirtió en un reflejo de la mejora económica que vivía la zona.

Una centuria más tarde, en 1837, Beade pasó a formar parte del Concello de Lavadores y ya por entonces se celebraba la romería de Santa Ana el tercer domingo del mes de julio. En 1941, el Concello de Lavadores se anexionó al de Vigo aunque dieciséis años antes, en 1925, los vecinos de Beade habían solicitado su inclusión en el consistorio vigués ante la amplia distancia que existía entre Beade y Lavadores.

El impulso económico de las décadas comprendidas entre 1960 y 1980 incidió en el volumen demográfico del territorio, que aumentó considerablemente. Los nuevos habitantes autoconstruyeron viviendas unifamiliares dando lugar a un paisaje desarticulado que afectó sobre todo a las infraestructuras. En los últimos años, se está solventando esta situación mediante distintas actuaciones en redes de saneamiento, viales y zonas de esparcimiento.

La principal intervención se llevó a cabo en el ‘adro’ de la iglesia en 2009, con una inversión de 330.000 euros. Ésta implicó la renovación del pavimento en granito, más arbolado, nuevo alumbrado y mobiliario urbano, la mejora del firme y la construcción de una pista polideportiva y un área infantil. Una remodelación que residentes y comerciantes ven con muy buenos ojos. Isabel Costas, de Alimentación Isabel –situado frente a uno de los laterales de la iglesia–, destaca la instalación del parque infantil: “Fue lo mejor. Dio mucha vida porque antes no había ninguno y la gente tenía que ir a Castrelos”. En el negocio colindante, Foto Gómez, Efrén Gómez señala que le han dado un lavado de cara, algo que le hacía falta.

Un vecino de la zona, Miro Comesaña, se muestra muy satisfecho con las obras realizadas. “Isto quedou estupendamente ben, sobre todo a alameda dos vellos. Reformaron a escultura, puxeron bancos... Agora parece un mirador”, declara. María Pilar Villar, de la comisión de fiestas de Santa Ana, apoya su parecer: “O balcón de Vigo agora é Beade, non Matamá”. Hace referencia, además, al amplio espacio que ha supuesto la retirada del palco de la alameda, solicitada por la propia comisión por el deterioro que sufría. “Antes había escaleiras; agora hay más facilidades. Ademais empedraron todo”. Miro también ve una ventaja en esta reforma “porque os coches teñen máis espazo para circular”. Dolores Barreiro no vive en Beade pero asegura que si encontrara una casa en la zona, se quedaría. “O cambio foi para ben. Isto está de maravilla coas novas instalacións”, manifiesta.

Otra ventaja de Beade, añadida a esta positiva transformación, es que junto con Zamáns, es la que mejor conserva su estructura de parroquia tradicional, con los beneficios que esto implica: tranquilidad, extensas zonas verdes, campos en los que poder cultivar y un largo etcétera.